Penúltima
etapa, larga (más de 480km) pero muy bonita e interesante. Por la mañana nada más
amanecer todavía nos acercamos al Gran Cañón para así ver la puesta del sol y
el amanecer. Merecía la pena. Este lugar tiene magia. No aburre, se puede pasar
horas en el mismo lugar contemplando su belleza y magnitud. Es uno de estos
sitios que se quedan en la memoria para siempre.
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antigua casa do los guardas del parque |
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amanece en el Gran Cañon |
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las figuras de la gente en el mirador reflejan la grandeza del cañon |
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merece la pena madrugar |
Dejando atrás esta belleza
natural nos dirigimos de vuelta a la 66 y nada mas incorporarnos a esta nos
encontramos en la ciudad de Williams. Nos dijeron (el matrimonio polaco que
encontramos al entrar a Arizona) que merece parar ahí y que es muy interesante.
Cuál fue nuestra sorpresa que al entrar a la ciudad lo que hemos visto no era
nada especial, un lugar cualquiera. Paramos al lado de una iglesia, bonita por
fuera sin más y no hemos visto nada interesante. Algo cabreados por la pérdida
de tiempo nos dirigimos hacia la salida y no sé por qué ni como nos dio por
cruzar la vía del tren para entrar a otro lado de Williams. Y mil gracias a la
providencia que nos hecho cruzar la vía. Entramos en un lugar totalmente
distinto. Fue como volver a los años 50, 60, 70 y hasta 80. Autentica maravilla.
Negocios, casas, tiendas, gasolinera, bares, restaurantes todos de su
correspondiente época. Desde los luminosos hasta las barras de los bares, desde
las sillas en los restaurantes hasta la decoración de los aseos, la música, los
colores los diseños – todo de aquellos años felices. Una pasada. Encontramos
hasta el mismísimo Elvis ahí. Williams fue la última “victima” de la autopista
interestatal I40 cuya circunvalación resto el numero de los visitantes a la
ciudad pero gracias al empeño de los ciudadanos de preservas las cosas en su
original estilo hoy es un punto de obligada
visita tanto para los aficionados a la Ruta 66 como a cualquier otra persona
que quiere recordar el ambiente de antes. Fantástica parada.
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Williams |
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se nota que estamos en la Ruta 66 |
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Cruisers Cafe - autentico icono de la Ruta |
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Elvis siempre vivo |
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la verdad como un templo - "Libertad no es gratis" |
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la decoracion de los años 60 |
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la calle principal de Williams |
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1957 Buick 2 Door Hardtop |
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13 de octubre de 1984 - la nueva Interestatal I40 circunvala la ciudad de Williams |
Pero esto fue
solamente el principio de las agradables sorpresas. 70km mas adelante
encontramos a Seligman, una pequeña aldea de aprox. 500 habitantes. Os aseguro
que por aquí el tiempo se paro hace 50 años y menos mal que esto ocurrió.
Delgadillo’s Snow Cap Drive-In, histórico edificio de Seligman Sundries, casas
originales como las de las películas del oeste, los coches…una verdadera
delicia y el colorido que no deja a uno indiferente.
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Delgadillo’s Snow Cap Drive-In
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esto si que es un aseo |
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preciosos recuerdos |
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Seligman Sundries
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un coche de policia de los de verdad... |
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Oeste salvaje |
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cuando llege la hora yo me pido este, con el pinchazo siempre tardara mas a llegar al destino |
En la ciudad de Kingman
paramos a ver una esplendida y enorme locomotora de vapor que servía en la famosa
ruta férrea de Santa Fe. ¿Os acordáis de las tremendas rectas y los camiones
que creo que mencione en alguna ocasión? –pues aquí también las hay, rectas y
camiones, y mucho.
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locomotora 3759 |
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al lado de estos enormes camiones nuestro coche parecia un juguete |
Entramos en el estado de Nevada justo al lado de la enorme
presa de Hoover pasando por el nuevo puente sobre el río Colorado, pero no
paramos. Íbamos a volver a ver aquello el día siguiente. Justo con la puesta
del sol estábamos llegando a Las Vegas. Aquí nos íbamos a quedar 3 días. Pero
esto os cuento en siguiente capítulo.
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bienvenidos a Nevada |
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ahi donde se ponia el sol nos esperaba el fabuloso Las Vegas |
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las vistas desde el salon de la habitacion de nuestro hotel |
P.D.
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