lunes, 11 de junio de 2012

Ruta 66...Capitulo VIII (Gallup - Flagstaff)


                                         Todos teníamos ganas de llegar a Arizona y este trayecto nos llevó hasta allí. Por la mañana todavía, Jorge y yo nos levantamos un poco más temprano para tomar algunas fotos. 

este arbolito es muy fotogénico

                                         Después de desayunar en plan americano (los desayunos son gigantescos) salimos desde Gallup. Nos separaban solamente 30 km. de la frontera con Arizona. En esta misma se encuentra Yellowhorse Trading Post, perteneciente a los indios Navajos. Pintado de amarillo, éste puesto albergaba toda clase de recuerdos y la típica artesanía india con los indios atendiendo al público. Un sitio muy pintoresco. 

Yellowhorse Trading Post

                                         A pocos metros, en una carreterilla sin salida, encontramos un desguace de coches. La verdad es que hasta las personas que no son aficionados a ellos, encuentran muy interesante pasear entre tanta historia, más aún cuando hoy día está casi olvidada. Para nosotros fue una autentica mina como objetivo fotográfico. Justo ahí se halla la frontera. Por fin entramos en Arizona. 
                                       
desguace de coches

la verdad que los coches de antes tenían mas cáracter...

... y encanto

Arizona - estado del Gran Cañon

                                        No lo vais a creer…más rectas y más camiones y más enormes trenes. El paisaje… desértico, con unas formaciones rocosas muy curiosas era exactamente igual al que conocemos de las películas del oeste o …de Almería, quizás un poco más rojizo.

otra "pequeña" recta

otro camión

la verdad que son muy fotogénicos

uno de los monstruosos trenes, al amanecer

cientos de vagones

los trenes pasan con bastante frequencia

este gigante llevaba 2 contenedores en cada vagón

autopistas americanas

paisaje desértico de Arizona

                                       Este día recibimos recomendaciones de un matrimonio de polacos que vivian allí, tres “poyaques” como suelen decir en Andalucía. El primero de ellos el Parque Nacional del Bosque Petrificado que se encuentra a 100 km. desde la frontera. Cuenta con 885 km² de superficie, los cuales se recorren en  coche y que son de una enorme belleza natural. Aparte de las formaciones rocosas, cañones, vegetación desértica, enormes cuervos, desierto de colores etc., se pueden ver un número enorme de árboles petrificados que salpican toda la superficie del parque. Los colores son increíbles. Más de 2 horas estuvimos merodeando por ahí y si no fuera por el tiempo que nos apremiaba seguramente hubiéramos pasado unas cuantas horas más. Por supuesto no podíamos dejar de hacer la foto del famoso coche abandonado hace unos 60 años y que es un auténtico emblema en la Ruta 66. Las cámaras echaban humo y eso que nos quedaba todavía mucho camino por delante. 

parece un dinosaurio gigante

los colores son increíbles

el cuervo

son muy grandes

fragmento de un tronco petrificado

se puede ver árboles enteros

una roca con las inscripciones indias

los niños sentados en el árbol petrificado muestran el tamaño de éste

así es de cerca un árbol petrificado

uno de los cañones en el Parque del Bosque Petrificado

este es el famoso coche 

                                     Durante los siguientes 150 km. paramos varias veces para ver alguna que otra cosa que nos llamaba atención, hasta llegar a Meteor Crater o Barringer Crater como también es conocido. El geólogo Daniel Barringer fue el primero que en el año 1903 sugirió que un enorme agujero en la tierra podía ser producto del impacto de un meteorito. El cráter se ubica a 1.740 m.s.n.m. y tiene un diámetro de aprox. 1.200 m. y una profundidad de 170 m. Es enorme. Cálculos científicos estiman que hace 50.000 años, un meteorito de unos 50 m. de largo impactó en la tierra a una velocidad de 12 km/seg., o sea, para entendernos mejor, 43.200 km/h. Con esta velocidad podríamos circunvalar la tierra siguiendo el ecuador en menos de 1 hora. La energía liberada por el impacto fue equivalente a 150 bombas atómicas similares a la de Hiroshima. El agujero es impresionante. Para entender mejor los meteoritos y las historias de los impactos con la tierra es recomendable entrar al museo que para tal propósito se encuentra junto al cráter. Salimos muy impresionados.

 Meteor Crater o Barringer Crater

                                   Después nos dirigimos directamente hacia la ciudad de Sedona que según nos habían dicho, es un lugar de veraneo de gente con un nivel económico bastante alto. En apenas 10 kilómetros, increíblemente,  el paisaje cambió radicalmente. De un desierto pasamos en nada a unos enormes bosques y de la eterna llanura, a montañas cubiertas por nieve. La carretera cambió de las tantas veces mencionadas rectas a unas curvas enlazadas que parecían que no terminaban nunca. Un poco antes de la puesta del sol llegamos a la ciudad de Sedona. La verdad es que es una pasada. Situada en un valle rodeado por montañas de todos los colores posibles, bosques verdes y abundantes cursos de agua, la ciudad parece de las de cuento. Lo único que la diferencia son los enormes chalets (muy bonitos por cierto) en vez de pequeñas casitas de montaña. 

Sedona

una ciudad muy cuidada

                                  Muy limpia, muy ordenada, con un tráfico sin prisas y donde los peatones son los que tienen preferencia, nos sorprendió con una caravana de coches dirigiéndose todos en la misma dirección. En el kiosco de información turística nos explicaron rápidamente que la gente se dirigía a diferentes puntos de observación alrededor de la ciudad para ver la espectacular puesta de sol. También nos enteramos que desde bastante años corre un rumor entre la población sobre la posible existencia en varios de estos puntos de los “Vortex”, una especie de energía espiritual…Pero nosotros de energía íbamos sobrados y queríamos ver la puesta del sol. 

puesta del sol en Sedona

                               Cuando llegamos a uno de estos lugares de observación y del dichoso “vortex”, la energía sí que fue necesaria, pero para aparcar el coche y llegar a algún sitio decente donde poder tomar las fotos. La cantidad de gente era tremenda, sin embargo no había empujones, carreras, codazos ni nada por el estilo. La vista fue espectacular y la puesta de sol también ha sido muy bonita. 

bellas formaciones rocosas

unos colores muy llamativos

uno de los ríos que pasan por Sedona

                              La noche se nos echó encima y era hora de salir hasta Flagstaff, donde nos quedábamos a dormir esta noche. Después de un pequeño susto ya que casi nos quedamos sin gasolina (otra vez el Tom Tom nos sacó del apuro, encontrando una gasolinera cercana) y tras 50 km. de carretera de caracol y ya de noche llegamos a Flagstaff.
Fue una etapa larga, pero una GRAN etapa. Arizona nos enseñaba su belleza y lo mejor quedaba todavía por ver. Siguiente trayecto: Flagstaff – Gran Cañon.  



P.D.
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