Todos teníamos ganas de llegar a Arizona y este trayecto
nos llevó hasta allí. Por la mañana todavía, Jorge y yo nos levantamos un poco
más temprano para tomar algunas fotos.
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este arbolito es muy fotogénico |
Después de desayunar en plan americano
(los desayunos son gigantescos) salimos desde Gallup. Nos separaban solamente
30 km. de la frontera con Arizona. En esta misma se encuentra Yellowhorse
Trading Post, perteneciente a los indios Navajos. Pintado de amarillo, éste
puesto albergaba toda clase de recuerdos y la típica artesanía india con los
indios atendiendo al público. Un sitio muy pintoresco.
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Yellowhorse Trading Post |
A pocos metros, en una
carreterilla sin salida, encontramos un desguace de coches. La verdad es que
hasta las personas que no son aficionados a ellos, encuentran muy interesante
pasear entre tanta historia, más aún cuando hoy día está casi olvidada. Para
nosotros fue una autentica mina como objetivo fotográfico. Justo ahí se halla
la frontera. Por fin entramos en Arizona.
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desguace de coches |
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la verdad que los coches de antes tenían mas cáracter... |
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... y encanto |
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Arizona - estado del Gran Cañon |
No lo vais a creer…más rectas y más
camiones y más enormes trenes. El paisaje… desértico, con unas formaciones
rocosas muy curiosas era exactamente igual al que conocemos de las películas
del oeste o …de Almería, quizás un poco más rojizo.
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otra "pequeña" recta |
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otro camión |
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la verdad que son muy fotogénicos |
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uno de los monstruosos trenes, al amanecer |
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cientos de vagones |
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los trenes pasan con bastante frequencia |
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este gigante llevaba 2 contenedores en cada vagón |
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autopistas americanas |
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paisaje desértico de Arizona |
Este día recibimos
recomendaciones de un matrimonio de polacos que vivian allí, tres “poyaques”
como suelen decir en Andalucía. El primero de ellos el Parque Nacional del
Bosque Petrificado que se encuentra a 100 km. desde la frontera. Cuenta con 885
km² de superficie, los cuales se recorren en
coche y que son de una enorme belleza natural. Aparte de las formaciones
rocosas, cañones, vegetación desértica, enormes cuervos, desierto de colores
etc., se pueden ver un número enorme de árboles petrificados que salpican toda la
superficie del parque. Los colores son increíbles. Más de 2 horas estuvimos
merodeando por ahí y si no fuera por el tiempo que nos apremiaba seguramente
hubiéramos pasado unas cuantas horas más. Por supuesto no podíamos dejar de
hacer la foto del famoso coche abandonado hace unos 60 años y que es un auténtico
emblema en la Ruta 66. Las cámaras echaban humo y eso que nos quedaba todavía
mucho camino por delante.
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parece un dinosaurio gigante |
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los colores son increíbles |
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el cuervo |
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son muy grandes |
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fragmento de un tronco petrificado |
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se puede ver árboles enteros |
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una roca con las inscripciones indias |
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los niños sentados en el árbol petrificado muestran el tamaño de éste |
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así es de cerca un árbol petrificado |
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uno de los cañones en el Parque del Bosque Petrificado |
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este es el famoso coche |
Durante los siguientes 150 km. paramos varias veces
para ver alguna que otra cosa que nos llamaba atención, hasta llegar a Meteor
Crater o Barringer Crater como también es conocido. El geólogo Daniel Barringer
fue el primero que en el año 1903 sugirió que un enorme agujero en la tierra podía
ser producto del impacto de un meteorito. El cráter se ubica a 1.740 m.s.n.m. y
tiene un diámetro de aprox. 1.200 m. y una profundidad de 170 m. Es enorme. Cálculos
científicos estiman que hace 50.000 años, un meteorito de unos 50 m. de largo
impactó en la tierra a una velocidad de 12 km/seg., o sea, para entendernos
mejor, 43.200 km/h. Con esta velocidad podríamos circunvalar la tierra
siguiendo el ecuador en menos de 1 hora. La energía liberada por el impacto fue
equivalente a 150 bombas atómicas similares a la de Hiroshima. El agujero es
impresionante. Para entender mejor los meteoritos y las historias de los
impactos con la tierra es recomendable entrar al museo que para tal propósito
se encuentra junto al cráter. Salimos muy impresionados.
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Meteor Crater o Barringer Crater
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Después nos dirigimos directamente hacia la ciudad de
Sedona que según nos habían dicho, es un lugar de veraneo de gente con un nivel
económico bastante alto. En apenas 10 kilómetros, increíblemente, el paisaje cambió radicalmente. De un desierto
pasamos en nada a unos enormes bosques y de la eterna llanura, a montañas
cubiertas por nieve. La carretera cambió de las tantas veces mencionadas rectas
a unas curvas enlazadas que parecían que no terminaban nunca. Un poco antes de
la puesta del sol llegamos a la ciudad de Sedona. La verdad es que es una
pasada. Situada en un valle rodeado por montañas de todos los colores posibles,
bosques verdes y abundantes cursos de agua, la ciudad parece de las de cuento.
Lo único que la diferencia son los enormes chalets (muy bonitos por cierto) en
vez de pequeñas casitas de montaña.
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Sedona |
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una ciudad muy cuidada |
Muy limpia, muy ordenada, con un tráfico
sin prisas y donde los peatones son los que tienen preferencia, nos sorprendió
con una caravana de coches dirigiéndose todos en la misma dirección. En el kiosco
de información turística nos explicaron rápidamente que la gente se dirigía a
diferentes puntos de observación alrededor de la ciudad para ver la espectacular
puesta de sol. También nos enteramos que desde bastante años corre un rumor
entre la población sobre la posible existencia en varios de estos puntos de los
“Vortex”, una especie de energía espiritual…Pero nosotros de energía íbamos
sobrados y queríamos ver la puesta del sol.
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puesta del sol en Sedona |
Cuando llegamos a uno de estos lugares
de observación y del dichoso “vortex”, la energía sí que fue necesaria, pero
para aparcar el coche y llegar a algún sitio decente donde poder tomar las
fotos. La cantidad de gente era tremenda, sin embargo no había empujones,
carreras, codazos ni nada por el estilo. La vista fue espectacular y la puesta
de sol también ha sido muy bonita.
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bellas formaciones rocosas |
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unos colores muy llamativos |
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uno de los ríos que pasan por Sedona |
La noche se nos echó encima y era hora de
salir hasta Flagstaff, donde nos quedábamos a dormir esta noche. Después de un
pequeño susto ya que casi nos quedamos sin gasolina (otra vez el Tom Tom nos
sacó del apuro, encontrando una gasolinera cercana) y tras 50 km. de carretera
de caracol y ya de noche llegamos a Flagstaff.
Fue una etapa larga, pero una GRAN etapa. Arizona nos
enseñaba su belleza y lo mejor quedaba todavía por ver.
Siguiente trayecto: Flagstaff – Gran Cañon.
P.D.
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