domingo, 17 de junio de 2012

Ruta 66...Capitulo IX (Flagstaff - Grand Canyon)


                                           Este era uno de los días más esperados a lo largo del viaje. Íbamos al encuentro con el Gran Cañón, una de las más grandes y bonitas maravillas naturales del mundo. Prácticamente sin ver la ciudad de Flagstaff, salimos en dirección al Gran Cañón. Tenía con Jorge preparada una sorpresa para Pablo y además, yo tenía una más guardada para los dos. Hay que decir que esta etapa no forma parte de la original Ruta 66, pero al estar tan cerca es de obligado cumplimiento desviarse de ella, más aun teniendo en cuenta que no se pierde ninguna visita ya que hay que volver por el mismo camino para retomarla. Atrás dejamos San Francisco Peaks, una bonita cordillera con los picos nevados y nos adentramos por la carretera US89 en el paisaje desértico que nos llevaría primero hasta la ciudad de Page, muy cerca de la frontera con el estado de Utah. 


San Francisco Peaks

                                           Muy cerca de ahí estaba la primera de las sorpresas. Paramos unos minutos junto al pueblo de Cameron para ver un bonito puente suspendido construido en el año 1911 y que ha sido incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Hoy día el puente está cerrado para el tráfico rodado y sirve como soporte por el que pasan tuberías de toda clase. 
puente suspendido (Cameron)

                                           El terreno empezaba a ser un poco más ondulado y accidentado. El color rojo de las rocas era cada vez más intenso. En un momento, desde muy lejos, se adivinaba una gran grieta en la llanura – era el gran agujero. 

las llanuras dejaban paso al terreno más accidentado 
río Colorado sigue excavando sin descanso en las rocas

desde lejos, este fue el `primer contacto con el "gran agujero"
central térmica Navajo Generating Station

                                          Después de 210 km. llegamos a Page. Aquí teníamos concertada una excursión a Antelope Canyon. Hay que contratar esta excursión obligatoriamente ya que el acceso sólo está permitido si vas acompañado de un guía indio (Navajo) y hay un número limitado de salidas diarias. Nosotros teníamos nuestra reserva hecha con casi 1 mes de antelación. Nos subieron en una furgoneta y 25 minutos más tarde estábamos frente de una pared de roca con una pequeña grieta que es el acceso al cañón. Entramos por la grieta y después de unos pasos nos encontramos con algo increíblemente bello y diferente. 

esta pequeña grieta es la entrada al Antelope Canyon

                                         Un pasadizo de roca esculpido por el agua con una altura de hasta 15-20 metros, iluminado por los rayos del sol que atravesaban la misma hasta el fondo por unas pequeñas aperturas. El lugar es excepcional, uno de los más bellos que he visto en mi vida. Una gama de colores que van desde el blanco hasta el rojo oscuro y que además cambiaban cada instante debido al movimiento del sol y los reflejos de la luz incidiendo en los diferentes ángulos que encontraba este detrás de una esquina o un recoveco. El guía explicaba la historia del cañón, enseñaba diferentes formas, sombras y luces pero la verdad es que en un momento pasé de sus explicaciones y empecé a ir a mi ritmo y parar donde yo quería. Es un lugar perfecto para sacar fotos, pero hay algunos problemas. Primero, que hay mucha gente y es complicado encontrar un sitio donde alguien no entre en el encuadre. Como la entrada y la salida son por el mismo sitio, si no viene alguien detrás, aparece alguien por delante. Por otro lado es necesario tener un trípode porque la luz es escasa y necesitas un estabilizador para que las fotos salgan más o menos decentes. Esto ralentiza el camino. Lo suyo es quedarse un poco rezagado del grupo, justo lo suficiente para no tenerles por delante pero a la vez bastante alejado de los que tienes por detrás. El problema son los que vienen de frente. Al final lo que mejor funcionó fue pegar voces al percatarse que alguien venía. De todas maneras os dejo algunas fotos que han salido razonablemente bien.








he dejado esta foto con gente para poder hacerse una idea del tamaño de lugar 

                                                Terminada la visita en el Cañón de Antelope (¡muy, muy, muy recomendable!), salimos en la dirección de la siguiente sorpresa. A pocos kilómetros al sur de la ciudad de Page, no especialmente bien señalizado, se encuentra otra de las maravillas naturales, menos conocida pero de una belleza extraordinaria. Desde la carretera donde sólo se encuentra una pequeña señal, se podían ver a unos 600 m. bastantes coches aparcados al final de un pequeño camino. Desde ahí un paseo de aprox. 1 km nos llevó a Horseshoe Bend – La Herradura. 


un paseo de aprox. 1 km nos lleva a La Herradura

acceso no es demasiado difícil

                                                Es un meandro en forma de herradura del Río Colorado. El borde de precipicio está situado  a 1280 m.s.n.m. mientras que el río se encuentra uno 300 metros más abajo. Es una caída vertical impresionante. No os voy a aburrir con la descripción, mejor veis las fotos, pero os puedo asegurar que ya no sabía si me gustó más Antelope Cañón o La Herradura y eso que todavía nos esperaba el Gran Cañón.

la lancha en el río ayuda a ponderar el tamaño de La Herradura

espectacular caída vertical

Horseshoe Bend

La Herradura

                                                Acercándonos por la carretera 64 hacia la entrada al Parque Nacional del Gran Cañón, a unos 50 km. antes de entrar, paramos en el Little Colorado River Canyon. Varios puestos con artesanía de los indios estratégicamente situados obligan a pasar entre ellos hasta el mirador. Fue un pequeño preludio a lo que nos esperaba un poco más adelante. 

cañón del Little Colorado River

                                               Justo antes de la puesta del sol pasamos por la entrada del parque. Se paga por el coche y no por el número de pasajeros y no es nada caro. El Gran Cañón, como es lógico, tiene dos bordes: el norte y el sur. El borde sur es el que tiene mejor acceso y es visitado por más personas. Para acceder al  borde norte hay que hacer cerca de 300 km. por carretera y además no se puede pernoctar en aquella zona, así que lo que queda es el borde sur y un eventual vuelo en una avioneta o un helicóptero por el borde norte, lo que no es nada barato. Un 90% de los visitantes lo ven desde la parte sur. ¿Y cómo es el Gran Cañón? Creo que la mejor manera de describirlo es citar al presidente Theodore Roosvelt que visitó el sitio en el año 1903 y dijo: “El Gran Cañón me llenó de sobrecogimiento. Es indescriptible, absolutamente incomparable en el mundo entero. Dejemos la grandeza de esta maravilla natural tal como esta. No hagamos nada para estropear su lindeza y lo sublime que es. No lo podemos mejorar. Pero lo que si podemos hacer es guardarlo para nuestros hijos, los hijos de nuestros hijos y todos los que vengan después, porque este es uno de los lugares que todo el mundo debería ver”.  Qué razón tenía. La impresión que causa esta extravagancia de la naturaleza hay que vivirla ya que es difícil transmitirla con las palabras. Más de 1.000 m. de profundidad hacen que un río como el Colorado que es uno de los grandes ríos de EE.AA. parezca un hilillo en el fondo de este tremendo accidente de la naturaleza. En el borde sur hay numerosos miradores a lo largo de la carretera que recorre toda la zona. Hay autobuses que recorren la ruta entera cada 15 minutos y del cual uno se puede bajar y subir las veces que quiera. Eso sí, a la parte oeste del cañón no se puede acceder en coche, solamente con una excursión contratada o en el autobús. Ahí también se encuentra el famoso mirador “Skywalk” que es una plataforma semicircular construida sobre el vació, con el suelo de cristal. La impresión de pasar por él tiene que ser tremenda. Lo malo es el precio que asciende a más de 80 $. (más de la mitad de los cuales es el “impuesto de los indios”) y lo peor, que no dejan entrar con las cámaras ni permiten hacer fotos. Pues para ellos la plataforma. Yo entiendo que hay unos gastos y que alguien invirtió dinero para construir aquello (muy bien por cierto). Pero ya que cobran y además bastante, por lo menos que dejen hacer fotos y si no, pues estos 3 y supongo que bastantes más, no gastamos los 240 $. Con la puesta del sol terminamos la visita en el Gran Cañón del día de hoy. Mañana por la mañana, antes de emprender el camino hacia Las Vegas, todavía íbamos a pasar por ahí de nuevo al amanecer y después – ¡Viva Las Vegas!  


en algunos lugares la profundidad alcanza mas de 1.600m

se puede distingir fácilmente las distintas capas de roca correspondientes a diferentes épocas


río Colorado


se puede visitar el cañón a lomos de un caballo

vista panóramica

puesta del sol en el Gran Cañón

P.D.
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