domingo, 30 de septiembre de 2012

un cuento noruego - crucero por los Fiordos (Flam)


                                         Amaneció cuando ya estábamos en el Songefjord, el fiordo más grande de Noruega y el segundo más grande del mundo. Mas de 200km de largo y con una profundidad que llega a mas de 1.300m. Desayunar fue un auténtico placer, no solamente por la comida, sino por el paisaje que nos rodeaba. Agua con un color verde oscuro, cristalina, que se reflejaba en los bosques y rocas de los acantilados que llegaban a más de 1.000 m. de altura. 

navegando por el fiordo

una de las aldeas a orillas del fiordo

                                           A veces el fiordo se abría más de 4 kilómetros de ancho y a veces se estrechaba hasta los 250 m. Claro que con estas características, el barco navegaba muy lentamente lo que se agradecía mucho, porque el paisaje era extraordinariamente bello. Se podía sentir una enorme tranquilidad y silencio alrededor, salvando el ruido del motor del barco que tampoco era excesivo. Se sentía que uno está en un lugar privilegiado. Los 80 kilómetros que separaban Bergen de nuestro puerto de destino Flåm los salvamos en unas 8 horas. Recorriendo el fiordo y pasando curvas, una tras otra, de repente apareció ante nuestros ojos un pueblo de cuentos de hadas. 

Flam

                                          Así se ve Flåm, como si lo hubieran sacado de un libro de cuentos de princesas y príncipes. Pequeña aldea de unos 500 habitantes que recibe (lo que tiene que ser algún record seguro) casi medio millón (si, si 500.000) de visitantes al año, y esto que la temporada estival es bastante corta. Casas de madera cuidadas a más no poder, preciosos jardines, la estación del famoso Tren de Flåm con un interesante museo, cascadas, ríos, algún que otro hotel y…paisaje, inolvidable paisaje. Nada mas atracar el barco salimos hacia la estación de tren para subir en el famoso Flåmsbana hasta la estación de Myrdal. 

estación de Flam

buque Empress en el muelle del puerto de Flam

"garajes" para las embarcaciones

numerosas cascadas 

puerto de Flam

                                        Es un recorrido de 20 kilómetros hasta llegar desde nivel del mar a una altura de 866 m. El gradiente es del 55% en casi un 80% de recorrido. Las vistas son únicas. Atravesando puentes, túneles que son autenticas obras maestras de ingeniería, valles, bordeando laderas verticales, pasando cerca de cascadas, cruzando ríos y profundos barrancos, y atravesando la nieve, todo esto es lo que nos ofrece este paseo que no es precisamente barato (cerca de 50 €), pero la verdad es que son 50 € bien gastados. 

interior de un vagón del Tren de Flam

entrando en uno de los túneles

agua dulce a raudales

uno de los túneles a lo largo de recorrido del tren de Flam

agua que cae por todos lados

una de las vistas desde el tren

el pueblo es muy pintoresco

Kjosfossen

típicas casas de la zona

no os preocupéis por el idioma, como se puede comprobar el noruego es facilísimo, se entiendo todo

                                        La estación de Myrdal no tiene nada en especial, así que en el mismo tren bajamos de vuelta a Flåm, pero esta vez bajamos en una parada antes de la llegada para hacer los últimos 4 km. a pie por el valle a lo largo del rio. Qué buena fue la idea: un precioso paseo, con los sonidos del agua provenientes del río, las cascadas, los pájaros, las hojas de los árboles, viendo los jardines y las casas de los privilegiados que viven allí, respirando aire puro y fresco… así llegamos de vuelta al barco. 

pueblo de Flam

campiña noruega

las casas son una preciosidad

preparando leña para invierno

falta solamente Blancanieves

colegio infantil

todo esta mimado hasta el ultimo detalle

                                      Era la hora de salir hacia Hellesylt y Geiranger, las 2 siguientes paradas, esta vez en el mismo día. Atrás dejábamos algo irrepetible, una maravilla que habrá que añadir a la lista de los lugares más bellos hasta ahora visitados.

el barco amarra a pocos metros de la estación

adiós Flam...

en los fiordos las gaviotas acompañan a los barcos constantemente
P.D.
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jueves, 20 de septiembre de 2012

un cuento noruego - crucero por los Fiordos (Bergen)


                                         Después de una tranquila travesía nocturna, a primera hora de la mañana atracamos en Bergen, la segunda ciudad más grande de Noruega con más de 250 mil habitantes. Situada en la parte sudoeste del país, en un valle conocido como “las siete montañas”, la capital de la provincia de Hordaland es la puerta de entrada a los famosos fiordos noruegos y por ello se ha convertido en el mayor puerto de cruceros en Noruega, y uno de los más importantes de Europa. 


Bergen - encajado entre 7 colinas

es un importante puerto comercial y de cruceros
                                          Los principales atractivos turísticos de la ciudad están ubicados alrededor del puerto igual que las zonas de ocio. Se puede disfrutar de delicioso pescado y marisco fresco en numerosos bares y puestos de comida. Las casas de madera pintadas en unos colores muy vivos son una de las señas de la ciudad. El muelle Bryggen, el mercado de pescado, el funicular de Floibanen, la iglesia de Santa María, la Iglesia medieval Fantoft, La Torre Rosenkrantz y Hakonshallen o la casa del famoso compositor noruego Edvard Grieg, son merecedores de una visita para la gente que quiere pasar el día en la misma. 

muelle Bryggen

Statsraad Lehmkuhl - buque escuela de la real armada noruega

las vistas desde las colinas son preciosas

las famosas casas de colores de Bergen

magníficos chalets en una de la colinas

el funicular Floibanen
                                           Nosotros teníamos otra idea – alquilar un coche y dar la vuelta a Hardangerfjord, el segundo fiordo más grande del país, con 180km de longitud y con una profundidad que alcanza los 800 m. Así que, dicho y hecho. Para los que quieran hacer lo mismo ahí van algunos consejos: alquilen el coche desde España, ahorrarán tiempo y dinero. Mejor si van al menos 4 personas. Prever el tiempo y el coste del taxi (nada barato) hasta las oficinas de alquiler que están bastante alejadas del puerto. También es importante calcular bien el recorrido teniendo en cuenta el límite de velocidad que está muy, pero que muy vigilado (en los túneles, que son de pago, hay radares que además de detectar la velocidad calculan el tiempo del recorrido entre la entrada y la salida por si alguien quiere hacerse el “listillo”) y las multas son escandalosas. Teniendo todo esto en cuenta, lo demás es coser y cantar, además disfrutareis de unos paisajes inolvidables. Otra ventaja es que paráis dónde, cuándo y por cuánto tiempo queráis. Las carreteras son muy buenas, aunque al transcurrir por unos terrenos muy accidentados y montañosos, hay trayectos con bastante curvas. 

las carreteras son muy buenas
                                           El recorrido es de unos 270 km. y da tiempo para todo, incluso para visitar algo de la ciudad de Bergen a la vuelta. Nuestra ruta pasaba por Osoyro, Hattvik, Eikelandsosen, Tysse, Norheimsund, Kvam, Oystese, Vossevangen, Dale, Valsdal, Ama, Asane y de vuelta a Bergen. Los pueblos son preciosos, muy cuidados, coloridos y algo que nos llamó la atención, en todas las casas había banderas de Noruega, más grande, más pequeña. pero ahí estaba. Se nota el orgullo que sienten los noruegos por su país. Lo que nos abrumaba completamente es el agua. Ingente cantidad de agua dulce por todos lados: Ríos, lagos, pantanos, cascadas y por supuesto los fiordos, que son mezcla de agua dulce y salada, esta maravilla de la naturaleza  nos acompañaban todo el tiempo. 

Agua...

...agua...

...y mas agua
                                           No hace falta decir que con esta cantidad de agua el verde es el color predominante del paisaje. Bosques, praderas, arbustos y flores de toda clase están presentes constantemente. Entre Osoyro y Hattvik subimos a un ferry (coche incluido). Los ferrys están por todos sitios y forman parte del paisaje y, además de ser una atracción, acortan enormemente las distancias y costes del transporte (construir puentes resulta más caro). 

el muelle del ferry hasta Hattvik

además de los garajes para los coches los noruegos tienen garajes para las embarcaciones
                                            Viendo la cantidad de agua alrededor no extraña en absoluto el número de embarcaciones que se ven. Casi todo el mundo posee algún tipo de barco recreativo, ya sea de vela o a motor. Desde pequeños enseñan a los niños a navegar. 

a vela...

...a motor...

...pero navegando desde pequeños
                                            El entorno y los paisajes son inigualables. Prácticamente cada kilómetro merece la pena parar y tomar una foto, y esto que el tiempo es muy cambiante. Igual se nubla y está lloviendo, y a pocos kilómetros estamos con un precioso día con sol. Esto hace el recorrido todavía más atractivo, ya que los colores y la luz cambian, ofreciendo diferentes perspectivas de todo lo que nos rodea. De todas maneras, en vez de intentar contaros la experiencia, os dejo con las fotos, seguro que éstas dan un mejor testimonio de la belleza de la zona que mis palabras. La siguiente etapa nos llevará ya, dentro de los fiordos, hasta el pueblo de Flaam y su famosísimo tren

bonitos paisajes nos acompañan todo el tiempo

ciudad de Osoyro

a veces es difícil creer que esto es una realidad...

...y no un cuento (Hardangerfjord)

cataratas de Steindalsfossen...

...se puede pasar por detrás de la cascada...

...y esta es la vista

la iglesia y el cementerio en Oystese 

puente Osteroy, ceca de Bergen

las gaviotas acompañaban al barco 

saliendo hacia Flamm

P.D.
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