Terceira...¡es de primera!

                                   A veces hay que dejarse llevar por un impulso o una corazonada. Esto me pasó justo antes de las fiestas de Navidad de este año. Al ver una oferta que me parecía muy buena, tardamos con unos amigos 5 minutos en reservarla y el día 28 de diciembre partimos desde Madrid rumbo a Terceira. Pero no se trataba de “terceira clase”, íbamos a las islas Azores,  concretamente a la isla de Terceira, la tercera más grande de aquel archipiélago de nueve islas perteneciente a Portugal, situado en el océano Atlántico  a poco más de 3 horas de vuelo. Por culpa de la niebla, en vez de aterrizar en el aeropuerto de Lajes en la isla de nuestro destino, llegábamos a la isla de San Miguel donde pasamos la noche para salir a primera hora de la mañana a nuestro destino final. Unos 30 minutos después ya estábamos aterrizando en la isla de Terceira. La llaman la “isla violeta” por la enorme cantidad de hortensias que tiene, flores del mencionado color. Pero lo primero que nos impactó no fue precisamente el color violeta; verde, verde y más verde, este es el color predominante en la isla con sus incontables tonalidades. Es impresionante. Casi 60.000 habitantes pueblan la isla cuya capital, la ciudad de Angra do Heroísmo, situada en la parte central de la costa sur, habitan algo más de 12.000.

Angra do Heroísmo y el Monte Brasil

                                    La isla no es muy grande, tiene 29 km de largo por 18 de ancho pero sorprende con un inusual número de sitios de interés. Cada pueblo y cada aldea tiene algo interesante que mostrar, sin contar los extraordinarios paisajes que son uno de los atractivos principales de la isla. La mejor manera de verla es sin duda alquilando un coche. Los trayectos son muy cortos y las carreteras bastante buenas. 

las carreteras están en buen estado...

...y muy pintorescas

                                   Hablando de precios – comer es muy barato y además se hace muy bien, los hoteles son bastante razonables, servicios buenos y los lugareños son serviciales. Sorprende la calidad de la carne, la de  vacuno sobre todo, y los productos lácteos son muy buenos. No es extraño cuando uno ve hectáreas de pastos verdes con un importante número de vacas. 

enormes pastizales con ganado

                                     Los pastizales están separados uno de otro por unos muros hechos de piedra volcánica de aproximadamente 1 metro de altura, así que un día el ganado pasta en uno y otro día pasan al otro, permitiendo al anterior recuperarse. Pero los muros no han sido construidos con esta idea. Siendo una isla en mitad del océano, donde se juntan las corrientes del Golfo de México y del Ártico, son frecuentes los vientos que levantan unas diminutas gotas de agua salada, por lo que estos muros previenen el  avance de salitre que queda atrapado en ellos, protegiendo así los ricos pastos. 

los típicos muros de separación

entrevista con una de las productoras de riquísima leche   - la famosa 6034 

                                   Toda la isla está muy cuidada, las calles limpias, las casas pintadas, poco tráfico, todavía menos ruido y si salimos de la ciudad una tranquilidad absoluta con un aire totalmente transparente por carecer la zona de industria alguna. Lo más razonable es quedarse en la capital – Angra do Heroísmo. Ahí podemos subir al Monte Brasil para tener una magnifica vista panorámica de esta parte de la isla, visitar la zona del puerto, el convento y la iglesia de San Gonzalo, la catedral del Santísimo Salvador, el convento de San Francisco, la iglesia de la Misericordia, el palacio de los Capitanes, un precioso Ayuntamiento, el castillo de San Sebastián, salir en un barco en busca de ballenas o simplemente disfrutar de un paseo por la ciudad que de verdad es muy coqueta, aspecto que invita a dar unas vueltas o disfrutar de una excelente comida en los restaurantes. Eso sí, fuera de temporada terminan muy temprano para nuestras costumbres; a la 10 de la noche todo está cerrado. En los meses de verano ya es otra cosa. Hablando de restaurantes y comida, hay que tener en cuenta que ahí se almuerza bastante antes de lo que estamos acostumbrados nosotros, a las 3 de la tarde ya cierran las cocinas. 

puerto deportivo con la iglesia de la Misericordia  al fondo

Castillo de San Sebastián

La Rúa da Sé es desde el siglo XVI el eje viario de la ciudad

una de las pintorescas calles de la capital

Altar mayor de la Catedral de Angra do Heroísmo

Iglesia de San Gonzalo

                                   Praia da Vitoria, la segunda ciudad más grande de la isla es otro de los lugares que hay que ver. La preciosa calle de Jesús que es peatonal, el paseo marítimo con una extensa playa en pleno centro de la ciudad, las iglesias de Santa Cruz y la Misericordia, un edificio singularísimo como el ayuntamiento y el mirador Do Facho con una esplendida vista panorámica a la ciudad, son algunos de sus puntos más interesantes.
                         

calle de Jesús

Praia da Vitória vista desde el mirador Da Facho

pueblos muy bien cuidados

                                 Muy espectaculares y curiosas son las piscinas naturales de Saúde do Biscoitos donde la naturaleza, a través de las erupciones volcánicas, ha dejado una barrera de rompeolas de basalto detrás de las cuales hay unas aguas tranquilas en forma de piscinas que además han sido adaptadas para su uso con pasamanos, explanadas allanadas para poder tumbarse y escaleras para un fácil acceso.

piscinas naturales de Saúde

espectáculo garantizado

Ponta dos Biscoitos

                                  Una de las curiosidades que encontraréis en la isla son los “Imperios”, unas pequeñas capillas muy coloridas y muy cuidadas, que parece que compiten entre sí disputándose cuál es la más bonita. Hay más de 50 en toda la isla y la verdad que llaman bastante la atención. 

uno de los 50 "Imperios"

                                   Otro atractivo es subir al monte Santa Barbará desde el cual tenemos una vista de toda la isla. No os preocupéis si al subir no se ve la cima, las nubes pasan por ahí muy rápido y lo que en un momento está nublado en pocos minutos aparece despejado. Eso sí, el camino para la cima es espectacular, pasando por unos bosques de cedros que parecen sacados de una película de Harry Potter. 

multitud de senderos...

... en unos lugares auténticamente mágicos

si no se ve ahora, en unos momentos se verá

                                   De todas maneras como lo de escribir no es lo mío, os dejo estas fotos que de alguna manera os darán una mejor idea de las maravillas que ofrece esta isla. 

la belleza de la naturaleza local

atardeceres inolvidables...

...como este con el pueblo de San Miguel al fondo

                                     Resumiendo: Si tenéis 4-5 días y no sabéis donde ir, la isla de Terceira os sorprenderá gratamente. Es muy bonita, bastante barata, segura, tranquila y con muchas cosas para ver. Y si tenéis algo más de tiempo, añadir alguna mas del archipiélago de las Azores como San Miguel, Faial (ahí en la ciudad de Horta hay que ir obligatoriamente a tomar un copa en el Peter´s Café Sport, un icono para los navegantes transatlánticos donde dicen que se puede perder o encontrar una tripulación, un sitio único), Isla do Pico, Graciosa o San Jorge.

P.D.
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