Probablemente este será un post muy banal, porque “La Gran Manzana” la conoce mucha gente y si no personalmente por lo menos de las películas, reportajes, cuentos de los familiares y amigos que han estado ahí y por supuesto de los telediarios. Todo lo que dicen y lo que se ve es cierto, pero al mismo tiempo ya no es actual. Una vez preguntaron a un famoso entrenador de futbol de la antigua Yugoslavia – Vuijadin Boshkov: cómo es posible que el Real Madrid pierda con el ultimo equipo en la tabla y cuyos presupuestos son como 100 a 1, él respondió: “porque futbol es futbol”. Lo mismo se puede decir de Nueva York. Nueva York es Nueva York. Una ciudad que nunca duerme, nunca descansa, no tiene vacaciones, no deja un respiro. Si hay lugares en el mundo a los que uno volvería una y otra vez, y siempre encontraría algo nuevo, algo diferente, algo extraordinario, ese es la ciudad de Nueva York. Tiene que estar en los primeros puestos y yo quizás la pondría con el número uno.
Yo tuve la oportunidad de visitarla en varias ocasiones a lo largo de muchos años y cada vez la encontré diferente. La ciudad sorprende siempre con algo nuevo, llena de vida, de creación, amigable con los visitantes y con los brazos siempre abiertos para recibirlos. También tengo que ponerme en defensa de los americanos y en este caso concretamente de los neoyorquinos. Son gente muy abierta, amistosa y dispuesta a ayudar al visitante (intenten con un plano en la mano parar alguien en Praga y preguntarle por algo; os deseo suerte). Llama la atención y se siente la sensación de seguridad. En las calles, en el metro, a cualquier hora incluyendo la noche y siempre sintiendo la cercanía de algún policía uniformado o de paisano. Y si no es recomendable merodear por el barrio del Bronx a altas horas de la madrugada, tampoco lo es en este tipo de barrios en cualquier gran ciudad de cualquier país.
los policias de Nueva York....
....omnipresentes
Manhattan
Catedral de S.Patricio en la 5ª Avenida
la bóveda de la catedral
Nueva York tiene tanto que ofrecer que es difícil saber por dónde empezar. Yo sugiero hacerlo por el “ombligo del mundo” la famosa Times Square. Interminables juegos de pantallas luminosas que muestran los últimos avances tecnológicos, publicidades de los espectáculos de Broadway, constante ir y venir de gente, el tráfico intenso pero ordenado, tiendas, música, restaurantes, bares; parece una cacofonía pero de las que no cansa, todo lo contrario hasta gusta.
Time Square
Broadway
esto se podia llamar una "direccion prestigiosa"
los bomberos neoyorquinos - adorados por los locales
uno de los rincones de Central Park
numerosas ardillas habitan Central Park
dia de la bici - Central Park
La Bolsa de Nueva York - Wall Streel
La Estatua de la Libertad
zona cero
Esta enorme esfera de 7,62 metros de altura, fue creada por el escultor alemán Fritz Koenig. En su origen, simbolizaba la paz mundia a través del comercio internacional. Durante treinta años estuvo situada en la plaza Austin Tobin del World trade Center, entre las desaparecidas Torres gemelas. Al desplomarse la torres fue sepultada por los escombros pero se mantuvo en pie. Despúes de se rrescatada de entre escombros la escultura fue trasladada a Battery Park.
Fritz Koenig dijo de su obra después de los atentados: “Era una escultura, ahora es un monumento. Ahora tiene una belleza diferente que nunca había imaginado. Tiene su vida propia, diferente a la que le dí.”
Junto a la esfera se coloco una placa con la siguiente inscripción:
“Durante tres décadas esta escultura se levantó en la plaza del World Trade Center. Llamada “La Esfera”, fue concebida por el artista Fritz Koenig como un símbolo de paz mundial. Fue dañada durante los trágicos eventos del 11 de septiembre de 2001 pero se mantiene como un icono de esperanza y del espíritu indestructible de este país. La esfera fue colocada aquí el 11 de marzo del 2002 como un memorial temporal para todos los que perdieron su vida en los ataques terroristas contra el World trade center. Esta llama eterna fue encendida el 11 de septiembre de 2002 en honor de todos los que murieron. Su espíritu y sacrificio no lo olvidaremos nunca.”
Museos que necesitarían al menos una semana para visitarlos, un fantástico Parque Central, un auténtico oasis en el centro de la ciudad y la zona de Wall Street en la parte financiera que ocupa la zona sur de Manhattan ( desde allí sale un ferry gratuito para poder visitar Staten Island, pasando por el camino cerca de la Estatua de la Libertad) o el extraordinario Puente de Brooklyn que une Manhattan con el barrio del mismo nombre. Por supuesto hay que visitar la Estación Central y una vez ahí acercarse a uno de los numerosos restaurantes que alberga y si eres aficionado a las ostras, podrás pedir una docena en el famoso Oysters Bar, os garantizo que en muchas millas a la redonda (son millas las que usan ellos) no las encontrareis mejores. ¿Y quién es capaz de resistirse a un típico perrito caliente comprado en un carrito en la calle y que ofrece un sabor incomparable?
Tiranosaurus Rex en el Museo de Historia Natural
Puente de Brooklyn
Estacion Central - sala principal
Al ser una ciudad de rascacielos obligatoriamente hay que subir a uno de ellos aunque yo les recomendaría subir a los dos más emblemáticos: el Empire State Building y el Rockefeller Center. Al primero hacerlo de día y al segundo de noche y ¿por qué? Esto lo dejo para que podáis descubrirlo vosotros mismos. También es imprescindible un paseo por la 5ª Avenida. Quien se puede resistir a entrar a Tiffany`s, al Trump Plaza o visitar la famosa tienda de la NBA. En la más famosa calle de lujo del mundo obviamente no falta ninguna de la mejores marcas. Una cosa es segura, hay que salir con un calzado muy cómodo porque la cantidad de millas que uno hace es directamente proporcional a la grandeza de esta enorme ciudad y la cantidad de curiosidades que nos sorprenden a cada paso. Muy recomendable es también un paseo en el helicóptero sobre Manhattan. Quisiera en este lugar terminar con el mito de que en Nueva York sólo se pueden comer hamburguesas, perritos calientes, pizza y coca-cola. Nada más lejos de la realidad. Cualquier tipo de comida que se nos ocurra o nos apetezca en ese momento la encontraremos no mas lejos de dos manzanas. De todas maneras, después de un típico desayuno neoyorquino, dudo que hasta bien entrada la tarde alguien pueda tener hambre. Y no os preocupéis por el idioma, siempre hay algún alma que habla español, griego, turco, hindú, polaco o cualquier otro idioma del mundo. Porque Nueva York es “el mundo” – hay personas de todas partes y si les preguntas gritarán al unísono I LOVE NEW YORK-. Yo estuve ahí y grite con ellos.
Rockefeller center en una noche con niebla
Rockefeller Center
Yellow Cab - los famosos taxis neoyorquinos en la 5ª Avenida
vista desde el Rockefeller Center hacia Central Park
las famosas y típicas escaleras de emergencia, tan conocidas de multitud de peliculas
y como no, Nueva York no seria la misma sin Spiderman
P.D.
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