lunes, 31 de octubre de 2011

En Siria, rodeado de historia...



                                      Esta vez quiero compartir con vosotros un destino que por el momento no es recomendable para visitar por la complicada situación interna que atraviesa. Es una pena, porque Siria, que es el destino que nos ocupa en este post merece la pena ser visitada. Tiene mucho que ofrecer, sobre todo para aficionados a la historia. Prácticamente todo el país está salpicado por toda clase de monumentos, castillos, palacios, mezquitas y fortalezas, algunos de ellos con cerca de 5.000 años de antigüedad y otros pertenecientes al imperio romano y la época de los cruzados. Además muchos se conservan muy bien.
                    En la mayoría de los casos la llegada se produce a través de Damasco, capital de Siria, que es la ciudad continuadamente habitada más antigua del mundo. Casi 5 millones de personas viven en la ciudad de los cuales un 75% son musulmanes, un 15% cristianos y el resto se subdivide entre musulmanes alauíes, drusos y chiíes. La parte más interesante es La Ciudad Antigua de Damasco, declarada Patrimonio de la Humanidad. En primer lugar, destaca la Mezquita de los Omeyas, construida en el siglo VIII, uno de los lugares santos del Islam. El inmenso patio de 122 metros de largo, tapizado de lozas que pertenecieron a un monumento romano, ofrece varias decoraciones exquisitas. Entre ellas, la del tesoro, una construcción que se yergue sobre columnas y que se utilizaba para almacenar el oro del Estado. La ciudad vieja está sembrada de mezquitas, en todo Damasco hay cerca de 700, de muy diversas épocas. Por supuesto que no se puede dejar de visitar el zoco cubierto “Midhat Pasha”, uno de los más importantes de los países árabes. La calle Bab Sharqi, llena de pequeñas tiendas, conduce al viejo barrio cristiano de Bab Tuma donde se encuentra la Casa de Ananías, una capilla subterránea que fue en tiempos una bodega. Es aconsejable subir a las colinas que rodean la ciudad, particularmente al atardecer, para disfrutar de unas preciosas vistas.


La Gran Mezquita de los Omeyas

interior de la mezquita - zona para mujeres

a primera vista parece que a los sirios les gusta estar bien informados

el zoco de Damasco es de los mas grandes del mundo

capilla en la Casa de Ananías

                                      La ciudad de Bosra es otro de los lugares de visita obligada. Se localiza al sur del país a unos 150 kilómetros de Damasco. En el año 106 se convirtió en la capital de la provincia romana de Arabia Pétrea, creada por Trajano. Destacan su teatro, los baños, y la ciudad en sí, construida con basalto. Su estado de conservación es magnífico y ocupa un área bastante extensa. Lo sorprendente es que el yacimiento arqueológico está habitado y es común ver la colada tendida entre las columnas romanas.


ruinas de Bosra

anfiteatro en perfecto estado de conservación

las ruinas romanas siguien habitadas

Shahba - los famosos mosaicos de Philippopolis.


auténticas maravillas
                     Alepo es la segunda ciudad más grande de Siria con más de 4 millones de habitantes. Situada cerca de la frontera con Turquía posee varios lugares de interés. El castillo de Alepo, La Gran Mezquita, un enorme zoco, la ciudadela, el bario cristiano, los baños Yalgamma. La ciudad es también reconocida por sus joyeros artesanos que producen unas preciosas piezas  tanto en oro como en la plata.


la ciudad de Alepo

El Castillo de Alepo domina la ciudad

La Gran Mezaquita de Alepo

rezando en la mezquita

                                       Desde Bosra, atravesando una zona desértica, hay que parar en el muy original, curioso y ya bien conocido Bagdad Café 66 para tomar un café, una infusión o un refresco antes de llegar a Palmira.

Bagdad Café 66

en pleno desierto...
  
...con camellos incluidos

                                      Que uno se queda sin respiración al ver las ruinas de Palmira es decir poco. Es muy complicado describirlo - simplemente hay que verlo. Las ruinas de la antigua ciudad son enormes, ocupan una vasta extensión y se conservan muy bien. Entre ellas destaca el templo de Bel, que era el dios supremo de los habitantes de la ciudad - el dios de los dioses y donde se hacían sacrificios de animales. A pocos metros del templo comienza una gran columnata de 1.200 m de largo y que era el eje de la vieja ciudad, que en sus momentos de esplendor llegó a tener cerca de 200.000 habitantes. A ambos lados de la extensa columnata hay una serie de ruinas como el templo de Nebo, deidad babilónica, el templo funerario, el campamento de Diocleciano, antiguo palacio de la reina Zenobia, el teatro, el ágora donde se realizaban operaciones comerciales y un largo ect.
                                       Toda la zona está dominada por el castillo Qala'at ibn Maan. Este está rodeado por un foso con un puente peatonal que permite el acceso a su interior. El mejor momento para subir es por la tarde, antes de la puesta de sol y desde ahí disfrutar de unas inolvidables vistas, un constante cambio de colores y sombras de las ruinas de Palmira. Para llegar al castillo a pie hay que recorrer una empinada senda en zigzag y con el calor no hay que olvidarse de llevar agua, gafas del sol y una gorra, pero sobre todo de llevar bien cargadas las baterías de la cámara de fotos y suficiente espacio en las tarjetas de memoria. Os prometo, que después de subir y bajar el dedo con el que se aprieta el botón del disparador frenéticamente para no perder detalle del atardecer, éste se merecerá un buen masajito.
las ruinas de Palmira vistas desde el castillo Qala'at ibn Maan
  
Tetrapilon

castillo Qala'at ibn Maan

La Gran Columnata

                                     Camino de vuelta a Damasco hay que pasar por la ciudad de Hama. Ahí a las orillas del rio Orontes encontraremos 17 impresionantes norias todavía activas, algunas de ellas con un diámetro de 20m. que sacaban el agua desde el rio y la subían a través de los acueductos para ser utilizada por los ciudadanos. Desde Hama hay que desviarse un poco para llegar a otro de los lugares que no se puede dejar de ver – El Crac de los Caballeros. Un enorme castillo – fortaleza construido por los cruzados con el fin de proteger la ruta que unía la ciudad siria de Homs (bajo dominio musulmán) con Trípoli (Libano) cuyo estado de conservación es extraordinario, lo que no extraña ya que durante siglo y medio la imponente fortaleza, la mayor de Tierra Santa,  resistió al menos doce asaltos por parte de los musulmanes, así que unos cuantos de cientos de años en paz no le ha hecho mucho daño.

una de las 17 enormes norias de la ciudad de Homs

la impresionante fortaleza de Crac de los Caballeros

                     Maalula, la última parada de mi viaje, es un pequeño pueblo cristiano situado al noroeste de Damasco, que presenta la peculiaridad de poseer la última población que habla auténtico arameo. Este lugar es interesante por sus casas, pintadas de color arena y azul plateado que cuelgan de las escarpadas paredes de un acantilado y por el Monasterio de San Sergio,  construido en el siglo IV sobre las ruinas de un templo pagano y  donde se guarda una interesantísima colección de íconos religiosos de los siglos XVI al XVIII; entre los que se destacan un bello ícono de la Santa Virgen María y otro de los mártires Sergio y Bakhos.

ciuidad de Maalula, el último refugio de la lengua aramea

Resumiendo: un país muy interesante al que hay que dedicar al menos una semana (yo recomiendo algún día mas). Es una autentica mina histórica. Tengo que decir que antes de las revueltas que tienen lugar en estas fechas, el país transmitía una sensación de absoluta tranquilidad y seguridad, Sin problema alguno las mujeres se aventuraban a salir a altas horas de la madrugada. La comida es un poco monótona y no ofrece mucha variedad. Se puede tomar alcohol en los restaurantes y bares (eso sí, encontrar una cerveza bien fría es casi imposible excepto en el pueblo de Maalula pero claro, aquellos por algo son cristianos). De una cosa podéis estar seguros – volveréis empapados de historia.

P.D.
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3 comentarios:

  1. maravillosas fotos Tomas. A ver si hay suerte y se pueden volver a hacer. Beso fuerte. Carmen

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  2. gracias por la visita Carmen, y por dejar la constancia.

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  3. Estoy estudiando historia del arte. Tus fotos me han sido de mucha utilidad. Soy argentina, conozco Israel pero no Siria.

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