lunes, 6 de enero de 2014

Colonia, Bonn y los mercadillos navideños...

                    Es la cuarta ciudad más grande de Alemania sólo por detrás de Berlín, Hamburgo y Múnich, es la más poblada del Estado federado de Renania del Norte – Westfalia, pero curiosamente no es su capital, ya que la que detenta ese privilegio es Dusseldorf. Asentada a orillas del Rhin, uno de los grandes ríos de Europa, fue fundada en la época de Imperio Romano, más exactamente en el año 38 a.C. y fue conocida como la Ciudad de los Ubios. Convertida en el año 313 en obispado y en 785 en la sede del arzobispado, la Colonia Agripina como se la conoció entonces, empezó su despegue transformándose en una importante ciudad comercial y universitaria. Situada en el cruce de importantes rutas comerciales y con el rio Rhin como una de las vías de transporte más significativas, se convirtió en la Ciudad Imperial Libre, formando parte de la Liga Hanseática. 

río Rhin a su paso por Colonia 

                    Cuando arzobispo Rainald de Dassel entregó las reliquias de Los Reyes Magos a la catedral de Colonia en el año 1164, la ciudad se convirtió en un importante centro de peregrinaciones. Destruida en un 80% durante los bombardeos de los aliados durante la II Guerra Mundial, la ciudad no presenta, salvo algunas excepciones, una extraordinaria belleza. Con las prisas en dar cobijo a sus ciudadanos, la rapidez de la reconstrucción primó sobre el orden y el estilo arquitectónico. Curiosamente, el edificio más grande y más bello de la ciudad se salvo de los bombardeos – la Catedral de Colonia. Esta enorme estructura gótica se empezó a construir en el año 1248 para terminar inaugurándola en el año…1880 o sea 632 años después. 

La catedral de Colonia domina la ciudad, de día...  

                    Con sus 157 m. de altura es el monumento más visitado de Alemania y el segundo de este tipo en el mundo, después de la Catedral de Sevilla. Viéndola tanto por fuera como por dentro esto no es de extrañar. La catedral es enorme; dos torres flanquean la entrada, una tremenda campana llamada Der dicke Pitter ( Pedro el gordo) que suena solamente en ocasiones muy especiales, y una plataforma de observación a 95 m. de altura desde donde se puede divisar, en los días despejados, la ciudad de Dusseldorf alejada 45 km. 

...y de noche

detalle de la catedral

inmenso interior en estilo gótico

                   También son imponentes las preciosas y valiosas vidrieras, algunas con casi mil años de antigüedad y que gracias a algunos precavidos que las desmontaron, fueron salvadas de los bombardeos. Y por supuesto, las reliquias de Los Reyes Magos. Estos son algunos de los atractivos de esta preciosa obra. 

una de las impresionantes vidrieras

Relicario de los Tres Reyes Magos

uno de los mercadillos, cerca de la catedral

                    Pero como no solo del alma vive uno, hay que destacar en la época de Navidades los increíbles mercados navideños. Si ya merece la pena a venir a Colonia para ver la Catedral, durante las navidades los mercadillos son la guinda del pastel. Calles y plazas con cientos de preciosos puestos decorados con motivos navideños, están abarrotadas desde la mañana hasta bien entrada la noche. 

desde primeras horas de la mañana acude la gente a los numerosos puestos

los hay hasta con la pista de hielo

                    Glühwein, el vino caliente con especias, Kölsch, sidra con crema  y otras bebidas alcohólicas corren a ríos, las famosas salchichas alemanas, tortitas de patatas y un montón de diferentes especialidades alemanas son consumidas en cantidades industriales. Los precios son bastante ajustados y la verdad que no resulta nada caro - por unos 5 € puedes comer una enorme salchicha con su vino o cerveza y pan. 

las típicas bratwurst

                    Aunque también es verdad que la cerveza local (Kölsch) no es lo que uno esperaría de la cerveza alemana; es bastante floja de poca graduación, el tamaño más bien escaso, tipo caña o más bien cañita, y el sabor tampoco es del otro mundo. Por supuesto que hay muy buenas cervezas, pero hay que pedirlas expresamente y si no – Kölsch. De todas maneras el ambiente en los mercadillos es extraordinario, familias enteras pasan horas y horas entre los puestos con toda clase de artesanía apurando las últimas compras navideñas y, entre un puesto y otro, una Kölsch o un vino caliente con algo para comer. Hay numerosas atracciones para los más pequeños y se nota un sano ambiente festivo y familiar. 

a los mercadillos suelen acudir familias enteras

en los puestos se puede encontrar de todo

por todos lados la Navidad está presente

                   Además de la catedral y los mercadillos, Colonia ofrece numerosos museos destacando el extraordinario museo Ludwig con obras de Picasso, Warhol y Lichtenstein. El Musical Dome Köln es famoso por sus espectaculares producciones y cuenta con un aforo de 1.700 plazas. El museo Wallraf-Richartz muestra obras que abarcan desde el Medievo hasta el siglo XIX. Y para los más pequeños el “goloso” museo del chocolate donde se pueden apreciar todas las etapas de producción de esta delicia y por supuesto con una fantástica tienda con innumerables clases de chocolate de todos los colores, sabores y formas. Vamos que no hay manera de resistirse y nadie sale del museo sin comprar alguno. 

museo del chocolate

por supuesto se puede probar

                  Un paseo por el Rhin en uno de su barcos también es un atractivo típico de la ciudad, además desde los barcos se puede observar perfectamente y en todo su esplendor el magnifico Hohenzollern Brücke, un puente por el que pasan a diario más de 1.200 trenes. También es habitual caminar a lo largo del Rhin por una explanada, teniendo cuidado de no pisar el carril bici ya que los ciclistas van a una velocidad inusitada. Colonia es también un importante puerto de escala para numerosos cruceros fluviales. 

puente Hohenzollern

muchos de los cruceros fluviales como este hacen escala en Colonia

Tünnes y Schöll - pintorescos personajes del folklore kölsch

dicen que frotarle la nariz a uno de ellos trae suerte...

                  Es recomendable, aprovechando la visita a Colonia, acercarse a lo que hasta hace pocos años fue la capital de la Republica Federal Alemana – la ciudad de Bonn. Las dos ciudades comparten el mismo aeropuerto al estar separadas por  solo 25 kilómetros o lo que es igual, 15 minutos en el tren de alta velocidad alemana ICE. Bonn es la ciudad que vio nacer a uno de los más grandes compositores de todos los tiempos – Ludwig van Beethoven. Su casa natal es hoy día un interesante museo con documentos y curiosidades sobre el famoso compositor de la novena sinfonía. 

casa natal de Beethoven

                 En mi opinión, aunque 4 veces más pequeña, la ciudad es más atractiva en su conjunto que Colonia, estaba mucho menos reconstruida y conserva bastante mejor su casco histórico. Claro que su catedral del siglo XI-XIII no es tan espectacular, pero merece la pena visitarla por ser una de las más antiguas de Alemania. 

interior de la catedral de Bonn

altar mayor

                 La Plaza del Mercado (o Plaza triangular por su forma) con el bonito edificio de ayuntamiento estilo barroco que hoy día alberga el despacho de alcalde, el edificio de la universidad, el conjunto del casco antiguo, su jardín botánico y, sobre todo para los amantes del arte, la llamada “milla de los museos” que abarca desde el Museo Egipcio pasando por el Museo de la Historia de la República Federal Alemana, el Museo de Historia Natural, el Salón de Arte y Exposiciones hasta Museo del Arte Moderno, todos ellos ofrecen unas exposiciones de la más alta calidad. 

antiguo ayuntamiento de Bonn, hoy despacho del alcalde de la ciudad

Universidad de Bonn

                 Esplendido también es el barrio situado en la ribera del Rhin con unos preciosos chalets con jardines y con una explanada junto a la orilla del rio para pasear (otra vez cuidado con el carril bici), contemplando las enormes barcazas que utilizan el cauce para transportar toda clase de mercancías, llegando hasta el puerto de Rotterdam en Holanda. 

barcaza navegando por el Rhin

el río también pasa por la ciudad de Bonn

                 Es curioso ver, algo apartado del centro de la ciudad, un enorme complejo de modernos edificios gubernamentales y de administración agrupados todos en la misma zona, lo que facilita mucho cualquier gestión. En Bonn se encuentra también el famoso Instituto Max Planck de Radioastronomía y sede de una de las más grandes compañías de telefonía la Deutsche Telekom. 

escudo de Alemania

sede de la cancillería alemana cuando Bonn era la capital del país

                 Al ser ciudad universitaria, con más de 30 mil estudiantes procedentes de todo el mundo, la ciudad tiene un ambiente bastante juvenil pero como estamos en Alemania, todo dentro de unas normas que a veces echamos de menos.

mercadillo navideño en Bonn...

...también lleno de gente

miniaturas decorativas en uno de los puestos de artesanía

Resumiendo: Aunque sea para ver la Catedral merece la pena ir. Buen ambiente, buena comida, no es exageradamente caro, buen transporte público y buenas conexiones con las demás ciudades y regiones de Alemania. Hay más cosas que la Catedral, pero esta es tan inmensa que empequeñece lo demás. Bonn es como un Bon..bon; pequeña, acogedora, con gran diversidad cultural, mucha gente joven y además el Rhin también pasa por allí…


P.D.

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1 comentario:

  1. Fantástico post, te agradezco la información ya que viajo allí en breve

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