viernes, 27 de julio de 2012

Rivera Maya - lo mejor del Caribe


                                         Si hay algún lugar en el planeta que a todo el mundo le gustaría visitar, el Caribe estaría seguramente muy arriba en la lista de deseos. Por el clima, por la manera desenfadada de enfrentar la vida, por las idílicas playas, el color turquesa del mar, una temperatura ideal, el clima de eterna primavera – verano, la salsa, el ron, los puros y un largo etc. Dentro del Caribe podemos encontrar destinos con unas fantásticas playas véase Republica Dominicana, otros con nostalgia pero venidos a menos por diferentes causas como por ejemplo Cuba o Venezuela, otros como Costa Rica con una esplendida naturaleza, algunos que son algo mas pobres, algunos con deficiencias hoteleras, infraestructuras y carencias de otras índoles. Pero hay un destino que lo tiene todo – la Riviera Maya de México.                                            
                                        Es un lugar donde al alcance de la mano, podemos ver y hacer todo lo anteriormente mencionado sin necesidad de largos desplazamientos, además rodeados de vestigios de la increíble cultura Maya. Imaginaros un destino con playas paradisiacas, excelentes hoteles,  gran cantidad de restos arqueológicos estupendamente conservados, exuberante vegetación, enormes parques de atracciones con infinidad de actividades recreativas, zonas de gran ambiente como Playa del Carmen, aguas cristalinas para todo tipo de actividades, desde snorkeling hasta pesca de altura, sin mencionar la famosa cocina mexicana. Todo esto y mucho más podemos encontrar. Y para que la felicidad sea total, con unos precios realmente asequibles. 

playas paradisiacas

monumentos arqueológicos

aguas cristalinas

hoteles muy buenos...

...y muy bien equipados

                                        Desde Puerto Morelos hasta Punta Allen, a lo largo de unos 130km. la zona turística ubicada a lo largo del Mar Caribe nos ofrece numerosas posibilidades para pasarlo bien, que digo bien – extraordinariamente bien. Aparte de elegir la zona hotelera según el gusto de cada uno, más aislada o más cercana a los núcleos urbanos, para visitar la región lo más recomendable es alquilar un coche. La Carretera Federal 307 (autopista) que corre paralelamente a la costa nos llevará prácticamente a todos los sitios de interés y sin  mayor problema de tráfico. Una cosa importante que hay que tener en cuenta es que en la mayoría de las gasolineras de la zona no aceptan tarjetas de crédito, pero últimamente tampoco los dólares americanos les hacen mucha gracia, así que lo mejor es cambiar los euros o dólares por pesos mexicanos, aunque eso si, en los bancos hay que tener paciencia a raudales y billetes nuevos, pues si no, habrá problemas para que los acepten. Una opción interesante son las casas de cambio, hay muchas y suelen ser ágiles y eficaces. La gasolina no es cara así que el coche es una buena opción y si lo podéis compartir con alguna pareja, mucho mejor. Estar en Riviera Maya y no ver el complejo de las pirámides y otras construcciones en Chichén – Itzá es un autentico sacrilegio, así que recorrer los 220 km que separan los restos arqueológicos de las zonas hoteleras en Playa del Carmen son de obligado cumplimiento. Yo recomiendo hacerlo vía Tulum pasando por el Parque Nacional de Quintana Roo, aunque sea de pasada y parar un rato en la ciudad colonial de Valladolid. Esta será la excursión más larga de las que son “obligatorias”. 

Templo de Kukulcán - Chichén - Itzá

una de las columnatas en Chichén - Itzá 

el conjunto es muy visitado

en mitad de la selva en el Parque Nacional de Quintana Roo...

                                      Tulum y su complejo arqueológico están mucho más cerca y también merecen el “sacrificio” de una mañana o una tarde para visitarlo. Ahí es aconsejable llevar bañadores ya que hay unas calas preciosas donde darse un chapuzón. El bañador prácticamente hay que llevarlo siempre a mano, porque por cualquier lugar donde vallamos encontraremos alguna preciosa playa donde darse un baño, además, en esta zona el calor aprieta de lo lindo. 

Tulum

una de las razones por las que hay que llevar siempre el bañador

muchos rincones como este

                                      Vivir la experiencia de hacer esnorquel en Xel–Ha que es el “acuario” natural más grande del mundo es impresionante. Pero  hay muchísimas más cosas que hacer. Desde pasear por la selva a nadar con delfines, cruzar el agua sobre una cuerda, saltar desde un peñasco de considerable altura al agua o simplemente tumbarse en una de las hamacas y descansar después de todas estas actividades. Las entradas al parque están también disponibles en el sistema de “Todo Incluido”. 

el "acuario" en el parque Xel - Ha

una de las atracciones

siempre hay alguna playa a mano

                                       El Parque eco-arquelologico de Xcaret es otra de las maravillas. Ofrece infinidad de actividades lúdicas como nadar llevado por la corriente del rio a través de los cenotes y cuevas, ver el jardín botánico o el impresionante mariposario, descubrir restos arqueológicos, avistar tortugas, ver los famosos Voladores de Papantla, sin olvidar el mejor espectáculo folclórico que se puede ver en Mexico “Mexico Espectacular”. Su nombre refleja perfectamente lo que ofrece. 

Voladores de Papantla

dejar que te lleve la corriente

Xcaret

parte de espectaculo

jardin botánico

orquídeas de todas clases y colores

pareja "bien avenida" de cacatúas

                                       Las espectaculares playas también ofrecen posibilidades de numerosos deportes acuáticos. Menos conocido pero igual de impresionante es el Hidden World Familiy Adventure Park situado a 25 km de Playa del Carmen. Nadar por los Cenotes y cuevas, a veces con el paso de un palmo encima de la cabeza, es toda una experiencia, igual que atravesar la selva en tirolinas o pedalear en un curioso carrito por encima de las copas de los arboles. Este parque quizás es el más autentico de todos, pero es donde más esfuerzo físico se necesita, pero merece mucho la pena. 

pedaleando entre las copas de los arboles

uno de los cenotes en el parque  Hidden World

                                      En general, siempre que se sale de las zonas hoteleras, hay que ir provisto de un repelente de mosquitos por si acaso y más aún en las zonas de los parques donde hay micha vegetación. Salir de paseo o de compras por la 5ª avenida en Playa del Carmen también tiene su encanto. Las mejores marcas del mundo están presentes y además el ambiente festivo reina por ahí desde la primera hora de la mañana. Las excursiones en barco a la Isla de Cozumel o a Isla Mujeres son otras de las posibilidades de las muchas que ofrece el destino. Os aseguro que una semana se pasará volando, por lo que es recomendable quedarse algo mas para poder disfrutar de todo.

Resumiendo: Una combinación perfecta de cultura, ocio y descanso. Buenos hoteles, buenas ofertas complementarias, buenos precios, lugar seguro y gente muy amable. Es complicado encontrar algún “pero”, quizás el único sea el clima en la época de los huracanes, pero como con la madre naturaleza nunca se sabe, estos aparecen…o no. De todas maneras los locales están muy bien preparados y el personal bien entrenado para esta posible eventualidad.

P.D.
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viernes, 20 de julio de 2012

Saïdia - la "Perla Azul" marroqui....


                                         Saïdia, conocida como la “Perla Azul”  es una pequeña población situada a orillas del Mar Mediterráneo, en la parte oriental del la provincia marroquí de Berkan junto a la frontera con Argelia. Es un típico pueblo pesquero de unos 4 mil habitantes sin ningún interés especial si no fuera por la playa; una de las más largas de Marruecos, con arena fina de color dorado. Bañada por las templadas aguas del mediterráneo, disfruta de un excelente clima con más de 300 días del sol anuales, hecho que la ha convertido en los últimos años en uno de los centros de veraneo más importantes en la costa norte de África. El contar con varios complejos hoteleros, puerto deportivo, kilómetros de playa y una tranquilidad absoluta han hecho de este lugar un destino que está en auge. 

los hoteles estan bien...

...y las instalaciones tambien

                                        Lo que hay que recalcar y tener bien en cuenta, es que este es un solamente de playa. No busquen otra cosa en los alrededores por qué no la hay. Las ciudades un poco más grandes están a más de 50 km. de distancia, así que lo recomendable es buena compañía, un libro interesante y dedicarse de gandulear el tiempo que uno desee. Por supuesto que hay diferentes actividades en los complejos hoteleros: se pueden alquilar motos acuáticas, practicar esquí acuático,  jugar vóley playa o futbol en la arena (los complejos hoteleros tienen sus playas particulares), dar larguísimos paseos por la orilla del mar o disfrutar de las piscinas, pero los que buscan chiringuitos, bares, o ambiente de juerga fuera de hotel que busquen otro destino de momento. 

hay muchos puestos de alquiler de las motos acuáticas

los hoteles tienen sus propias playas

                                        Hay planes para desarrollar esta zona mucho más pero esto tardará todavía algún tiempo. Se llega allí por dos medios, en ferry o avión, hasta Melilla o Nador y una vez ahí en transporte por carretera (90km aprox.). Como ya mencioné anteriormente la playa es el principal atractivo de Saïdia. Hay zonas algo alejadas de los hoteles que están frecuentadas por los locales. Es curioso ver grupos de mujeres bañándose todas juntas ataviadas de los pies a la cabeza con sus peculiares “trajes de baño”. 

no se exactamente cómo se llama este "bañador"

                                        Hay muchos recolectores de pequeños moluscos, gente pescando, niños jugando al futbol… vamos las actividades normales de una playa. La ventaja de esta es que hay mucho espacio y si alguien prefiere estar solo, fácilmente encuentra un lugar apartado de todo el ruido (que no es tal) que suele producir una playa urbana tipo Benidorm. 

los marisacdores vienen en bicicletas

la captura

clasificando la "cosecha"

vayas donde vayas, el futbol es el rey

es fácil encontrar un lugar tranquilo

                                        La arena está bastante limpia y se nota el buen trabajo de los servicios municipales, tanto maquinas como personal a pie mantienen razonablemente limpio el entorno. La gente es bastante simpática, amable, sonriente y amigable en el trato cotidiano, cosa que cambia si estamos tratando con algún servicio administrativo. El funcionario manda y basta. 

limpiando la playa...

...y lo que no limpien los operarios lo limpiaran las gaviotas...

...que son iguales en todas partes

                                        Los hoteles están bien. Yo les recomendaría indistintamente alguno de estos dos: Iberostar Saïdia o Be Live Grand Saïdia. Ambos están bien, los servicios son razonables, la comida aceptable y las instalaciones buenas. Hay que tener en cuenta que el personal de servicio es marroquí, sin mucha experiencia, pero es muy voluntarioso. La dirección es española y los encargados en su mayoría también, así que si hay cualquier pequeño inconveniente lo solucionan rápidamente sin mayor problema.



puesto de vigilancia...

hay varios y  son militares

seguridad es importante, pero la hora de rezos es sagrada

por amaneceres como estos...

...merece la pena madrugar

aunque en la barquita pone "Atlantique" os aseguro que es Mediterráneo


Resumiendo: una buena y económica opción para una escapada de fin de semana o algún puente, para desconectar y pasar una semana de vacaciones, siempre teniendo en cuenta que lo único que hay es playa, eso sí - muy buena.

P.D.
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jueves, 12 de julio de 2012

Ruta 66... Capítulo XII y último (Las Vegas - Santa Mónica)


                                          Última etapa, últimos 500 km. de la ruta. Kilómetros y kilómetros de paisaje desértico (estábamos en las inmediaciones del desierto de Mojave). Pero este tipo de paisaje ya lo teníamos más que visto, así que hicimos sólamente una parada para comer en la pequeña localidad de Yermo cerca de Barstow. El lugar elegido fue un restaurante llamado Peggy Sue’s 50’s Dinner. Una curiosa entrada en forma de gramola y los colores típicos de los años 50 daban una pista de lo que se podía esperar en el interior. Efectivamente, todo el decorado era de aquella época, desde los vestidos de las camareras hasta el menú. Abundante comida de razonable calidad, quizás un poco cara comparando con otros lugares parecidos. Después emprendimos el camino directo hasta Los Angeles.

restaurante Peggy Sue's

entrada principal al restaurante

                                          La autopista empezaba a ganar en carriles y se incrementaba notablemente el tráfico. Entrando a la ciudad íbamos por una con 8 carriles en cada sentido. Mucho tráfico pero sin atascos, los coches, aunque con lentitud, avanzaban. Llegamos a nuestro hotel y…. qué diferencia. Todavía teníamos en la mente el lujo de Las Vegas y aquí estábamos en un hotelito típico de los viajantes de las películas americanas. Minúsculo cuarto de baño, habitación pequeña, paredes de colores gastados, con una luz bastante oscura. No se puede decir que fuera sucio pero si que había conocido tiempos mejores y necesitaba una reforma más o menos urgente. Salimos para dar una vuelta en el coche y orientarnos sobre nuestra. Los Angeles en si no es una ciudad muy atractiva, aunque tiene zonas residenciales alrededor que si son muy bonitas y muy lujosas. Las distancias son considerables y el tráfico bastante denso aunque fluido. Las visitas las dejamos para el día siguiente. Cenamos en el restaurante Bubba Gump Shrimp Co. Os acordaréis seguramente de la película de Forrest Gump, pues la historia es real y el restaurante también. Buenos y abundantes mariscos y razonable precio, además de una ubicación muy bonita al lado del mar.
Por la mañana a primera hora salimos al encuentro del famoso cerro con el nombre de Hollywood. El camino es bastante estrecho y con muchas curvas muy cerradas. Las fotos de rigor y corriendo al Sunset Boulevard que es la calle donde en las aceras están las estrellas de Las Estrellas, donde después de algún que otro despiste y dar alguna vuelta de más por las calles, llegamos. Mucha gente paseando, mucha gente tomando fotos y muchas estrellas en el suelo. También allí se encuentra el famoso Kodak Theatre donde se celebra la gala de entrega de los Oscars. 

camino hasta el cerro con el famoso letrero

Hollywood

Sunset Boulevard - paseo de las estrellas

Kodak Theatre - aquí se entrega los Oscars

                                        Desde ahí nos fuimos al encuentro con el punto final de la Ruta 66 que se encuentra en el muelle de Santa Mónica. Curiosamente la ruta la empezamos en un muelle de Chicago y la terminamos en el muelle de Santa Mónica. Tengo que admitir que al llegar a la señal que marca el final de la Ruta 66 me emocioné bastante. Era el fin de un viaje con el cual soñaba desde muchísimos años, que parecía algo inalcanzable, eso…un sueño. Y aquí estaba yo con mis dos AMIGOS, al lado de la señal, con miles de fotos que tomé a lo largo de la ruta para acordarme de un sueño cumplido. En el mismo muelle, en la parte final, se encuentra la última tienda oficial de la ruta con un mural dedicado a Robert Waldmire, el auténtico icono de la misma, al que mencioné durante nuestro paso por la ciudad de Pontiac. 

Pacifico - playa de Santa Mónica

Santa Mónica

un pequeño parque de atracciones para los peques en el muelle

muelle de Santa Mónica

¡lo hemos hecho!

última tienda al final de la Ruta 66 - homenaje a Robert Waldmire

                                        La casualidad quiso también que en ese lugar encontráramos aparcado un coche de la policía de Santa Mónica. La mala fama que en general se tiene de ellos no refleja en absoluto la realidad. Siempre atentos, dispuestos a ayudar, amables, estos fueron los policías que encontramos en EE.AA, tanto en los pueblos como en las grandes ciudades. Pero tanto las TV’s como internet son medios muy potentes capaces de magnificar unos casos aislados en la realidad diaria.

la policia americana - No Problem 

                                       Aquí terminó nuestro viaje, de costa a costa, del este al oeste atravesando Estados Unidos. Como ya os dije antes, cerca de 6.000 km. recorridos durante 18 días y cada uno de ellos se me quedó grabado en la memoria y si ésta en algún momento me falla ahí están mis 2 compañeros de viaje y las tarjetas de memoria de la cámara de fotos con más de 4.000 mil de ellas para recordármelos. Me queda solamente dar las gracias a Jorge y Pablo por su entrañable compañía y por no empujarme al fondo del Gran Cañón por la lata que les di. Y a todos vosotros, los que tenéis a bien entrar en este blog para curiosear y leer un poco de mi experiencia, algunos incluso molestándose en dejar algún que otro comentario. Muchas gracias a todos y… hasta el próximo post que prometo que no tendrá nada que ver con Estados Unidos. A los que queráis y tengáis 1 minuto os invito a suscribiros en el espacio previsto para los seguidores (al lado de cada post) lo que me haría mucha ilusión.

Final del camino
P.D.
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