lunes, 25 de febrero de 2013

Egipto y Tierra Santa...visto y no visto


                                           Egipto y tierra Santa… a que suena bien. Pues a mí me sonó igual, además viajando en un crucero que es una manera muy atractiva y recomendable para hacerlo cómodamente. El itinerario era prometedor: Atenas, Alejandría, Haifa, Ashdod, Limassol y Marmaris, o sea – Grecia, Egipto, Israel, Chipre y Turquía. Cualquiera se resistía. Siempre digo que todos los viajes tienen algo atractivo y este no parecía una excepción, pero….Este fue, si no recuerdo mal, el único viaje donde durante una semana estuve en tantos sitios distintos y prácticamente no vi nada. La selección de los puertos obligaba a hacer excursiones de larguísima duración. Muchos kilómetros por carreteras, dejémoslo en “regulares”, con autocares del mismo nivel, aunque eso sí, con buenos guías, pero arreando al personal a la carrera para que pudiéramos ver algo que nos esperaba adelante y cuando llegábamos al lugar, otra vez corriendo para ver algo que estaba más adelante todavía. Así todo el tiempo. Horas y horas en autocares y escasos minutos en los lugares a visitar. Hasta hoy día estoy intentando averiguar si en realidad vi las pirámides en Gizá, o solamente fue un sueño, o quizás un golpe de calor. Porque digo yo ¿cómo se pueden ver las pirámides, entrar en una de ellas, ver la esfinge, dar un paseo en camello (aquí hay que tener muuuucho cuidado, ya que frecuentemente ocurre que a los turistas de cruceros los llevan a dar una vuelta, entran en el desierto y luego, o les pagas lo que te piden para llevarte de vuelta, que no tiene nada que ver con lo acordado, o peor todavía, te roban lo que tienes y te dejan tirado a varios kilómetros, de tal forma que andando no hay manera de volver a tiempo para coger el autocar, como dicen “haciendo el egipcio”), todo esto en una sola mañana? En Belén, la cola para entrar a la Basílica y la Gruta de la Natividad es enorme (más de 2 horas en mi caso). Lo mismo en la Iglesia del Santo Sepulcro. Si a todo esto se añade la visita a la Vía Dolorosa, el paso de la frontera entre los territorios de Palestina e Israel, el Muro de las Lamentaciones y el Monte de los Olivos, se necesita la condición física de un galgo unida a la resistencia de un camello. Encima tengo que lamentar que el Muro de las Lamentaciones ni lo vi, o para ser más exactos, lo vi tan de lejos y a la carrera que no me dio tiempo ni para “desenfundar” la cámara de fotos. Salvo en Marmaris (precioso puerto turco), la historia se repitió en todos los destinos. Os dejo con las fotos que pude “robar” a la carrera de los lugares donde estuve, pero que realmente no vi. 

decenas y decenas de autocares en cualquier época del año

Esfinge con la pirámide de Chefren al fondo

pirámides de Gizá

El Cairo

Esfinge

navegando por el Nilo

el Nilo a su paso por la capital, El Cairo
  
Belén  - entrada a la Gruta del Nacimiento

cúpula de la Mezquita de la Roca

Iglesia Otrodoxa de Santa María Magdalena
Iglesia del Cristo de la Agonía...

...detalle de la bóveda

Vía Dolorosa

entrada al Santo Sepulcro

Santo Sepulcro - siempre lleno de visitantes

Vía Dolorosa

Jardines Bahai en Haifa

Palacio Presidencial y escultura del arzobispo Macarios III - primer presidente de la republica de Chipre

Chipre - frontera entre la parte Turca y Griega 

Marmaris

puerto deportivo - Marmaris

panorámica de Marmaris

entrada a la Bahía de Marmaris

barcos de paseo por la bahía

puesta de sol en el estrecho de los Dardanelos

Resumiendo: Para ser justos, el crucero era de Pullmantur y con ellos no hubo ningún problema; ni con el barco ni con los servicios que la compañía prestaba a bordo. Simplemente, la selección de puertos de escala, a mi modesto entender, fue errónea.

P.D.
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