La primera noche en el barco pasó entre el espectáculo,
alguna que otra copa y unas partidas de black jack en el casino. Por la mañana,
despues del desayuno otra inspección del barco y llegó el almuerzo. Nada más
terminar de comer nos anuncia por megafonía que el capitán tenía un mensaje
para todo el mundo. Este para hacerlo corto, (porque la verdad es que el “jefe”
lo puso muy bonito) decía más o menos esto: se acerca una tormenta de mil
pantalones y olas del tamaño de un edificio de 2 plantas, así que en vez de llegar
al siguiente puerto el día que estaba previsto, íbamos a ir c….do leches para
escapar de la borrasca, por lo que llegaríamos a Stavanger esa misma noche
sobre las 23 h. Dicho y hecho. Antes de las 11 de la noche estábamos en el
destino, además con una travesía de lo mas tranquila y sin ninguna movida, aunque
eso sí, muy rápida. A pesar que estaba lloviendo nos decidimos a salir a la ciudad
ya que el barco tiene sus amarras en el mismo centro de la misma. Yo jugaba con
una ventaja - en esta ciudad vive un amigo mío, así que haríamos la visita por
nuestra cuenta. La vuelta que dimos por la noche y lloviendo presagiaba que me
iba a gustar esta ciudad. La mañana lo corroboró. La vista desde la cubierta más
alta del barco (undécima planta) era preciosa.
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Stavanger... |
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...primeras impresiones |
Mi idea era ir a ver Preikestolen,
el famoso Púlpito, que es una roca con más de 600 m. de altura en vertical
sobre un fiordo que parece una mesa. Mi amigo nos esperaba, así que subimos al
coche para desplazarnos hasta allí. Nada más de salir de la ciudad nos llamó la
atención la cantidad de agua dulce que había por todos lados. Si no era un rio,
había algún lago, arroyo, pantano, charca, manantial o simplemente llovía. Ni hace
falta decir que en estas condiciones, el verde de los árboles, arbustos, yerba,
matorrales y demás plantas estaba presente en todas sus tonalidades. Tardamos
algo más que 1 hora en llegar y nunca pasamos de los 100 km/h. Y es que según
nos decía, en Noruega las multas por exceso de velocidad son colosales y además
acarrean la pérdida del carnet. Ya pueden adivinar que todos respetan los límites
establecidos y por consiguiente todas las reglas de tráfico. Curiosamente los
que más corren son los…camiones.
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los noruegos cuidan mucho el diseño, aquí uno de los puentes |
Llegamos al principio del camino para subir al
dichoso Pulpito y nos dicen que tardaremos aproximadamente entre dos y dos
horas y media en subir, y que es aconsejable llevar unos zapatos cómodos. Lo
que no sabíamos ni estábamos preparados era para la conquista de Everest. La
subida es tremenda. Escalando por rocas, pasando por pantanos, cruzando
arroyos, al borde de precipicios de cientos de metros de profundidad, sin
ninguna barrera ni nada para sujetarse, en varias ocasiones teniendo solamente
un apoyo de apenas un pie (los que calzan un 46 o más tienen un gran problema), con el añadido de la
humedad y los musgos que cubrían las rocas y hacían todavía más difícil el
deslizante camino y todo el tiempo… cuesta arriba.
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"autopista" hacia El Pulpito (preikestolen)... |
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...hay toda clase do obstaculos |
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las marcas rojas marcan la ruta |
Los que entendieron que el
calzado cómodo eran las chanclas lo pasaron de película. Ahora también hay que
decir que nos cruzamos con mucha gente, algunos bien entrados en los 70, que
también subían. Recuerdo a uno de Bilbao que le decía a la mujer a la que le
faltaba el resuello “vamos Maruchi, que esto se sube en patinete”. Yo lo veía
un poco temeroso, pero claro, si uno llega hasta la mitad del camino, casi da
lo mismo volver que subir hasta final. La verdad es que es una ascensión
durísima e incómoda, en algunos momentos arriesgada, pero como todas las cosas,
cuando llegas a la cima te quedas sin aire y no tanto ya por la subida, que
también, si no por las espectaculares vistas.
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en ocasiones hay que bordear el precipicio |
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604 m. de caida vertical |
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la plataforma mide aprox. 25x25 m. |
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El Púlpito esta situado sobre el Lysefjiord (el fiordo de la Luz) |
Es algo único, una maravilla. La
inmensidad del lugar te hace sentir como una hormiga, que digo hormiga, como un
microbio. Os recomiendo a todos los que os decidáis a subir que por favor llevéis
lo mínimo imprescindible. Cada gramo cuenta, eso sí, no olvidéis agua – por el
camino no hay absolutamente nada donde comprar cualquier cosa, quedan los
arroyos salvajes cuya agua es potable, pero sigue siendo agua del río. También
es aconsejable prever bastante tiempo para la excursión si la queréis hacer por
vuestra cuenta, pues las vistas del paisaje mientras se asciende son
fantásticas. De otra manera, lo único que vais a ver son las piedras que
vuestros pies van pisando. Es que hay que tener un cuidado extremo, sufrir un
esguince no es nada difícil, y la bajada con uno es altamente complicada. El
descenso es igual o más difícil que la subida, teniendo en cuenta el cansancio
y lo cargadas que están las piernas. Hay que tomárselo con calma, a sabiendas de
que no hay ninguna otra manera de acceder al lugar. De todos modos merece la
pena y mucho, aunque repito – es una subida difícil. Nos quedaba todavía por ver algo de la ciudad,
más todavía al enterarnos de que la salida del barco se retrasaba unas 3 horas.
También teníamos la ventaja de tener nuestro “guía” particular. La ciudad es
preciosa. El 95% de las casas están hechas de madera, muy coloridas, perfectamente
cuidadas, limpieza a más no poder.
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zona de ocio alrededor del puerto |
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casi todas las casas están construidas de madera |
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esto es "vivir bajo el puente" al estilo noruego |
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para los que añoran una tortilla de patas...aquí esta el sitio |
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una de las calles del centro de la ciudad |
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La Catedral de Stavanger del principios del siglo XII |
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las casas pintadas en unos tonos muy alegres |
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todo esta muy bien cuidado y limpio |
Los noruegos ponen mucha atención en el diseño, desde las casas al último utensilio e
incluso herramientas de trabajo. Lo que ya no es de tanto agrado son los
precios. Esto ya no es que sea un país caro, es que para tomar una cerveza casi
hay que pedir un préstamo y si quieres una copa - probablemente un avalista.
Para que os hagáis una idea: 3 cervezas (0,4 litro) y 3 chupitos de un licor
normalito (en este caso Jagermeister, que es de lo más común) son….60€. Casi
nada.
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uno de los numerosos pubs |
Noruega es uno de los productores de petróleo más importantes del mundo y
Stavanger es la capital de la industria. De ahí salen todos los barcos que
prestan servicio a las plataformas ubicadas en el Mar del Norte.
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Stavanger es la capital de la industria petrolera noruega |
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panorama de la zona del puerto |
No hace falta
decir que es una ciudad muy rica y eso se nota a cada paso. Tanto el
inmobiliario urbano, los servicios, las casas, las tiendas, todo está acorde
con esa riqueza. Lo curioso es que la gente no presume de ello. Son muy
amables, corteses, serviciales…y muy rubios y grandes, auténticos vikingos (sin
mencionar las vikingas). Todos saben ingles, es más, no es difícil encontrar
dos noruegos entendiéndose en ingles ya que el noruego tiene muchos dialectos diferentes,
tanto que no se parecen casi nada uno al otro, así que con el inglés todos se entienden
perfectamente.
El primer contacto con Noruega no defraudó en absoluto,
es más excedió todas nuestras expectativas y más aún cuando
nos habían dicho que lo mejor estaba por venir. Cansados, pero muy contentos,
subimos a bordo. Salíamos por la noche hacia Bergen, nuestra siguiente parada.
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llueve frecuentemente... |
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...pero después de la lluvia siempre salen rayos de sol |
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quien dijo que llevar un barco es difícil - se hace con una mano.... |
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saliendo hasta Bergen les dejamos un poco de sol |
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