Es
difícil encontrar otra ciudad en el mundo tantas veces castigada, destruida,
arrasada, quemada, bombardeada y casi aniquilada que la ciudad de Varsovia –
capital de Polonia desde el año 1596. En sus mil años de historia le ha tocado
sobrevivir a toda clase de barbaridades, incluida la más reciente, la
destrucción casi en su totalidad (más del 80%), perdiendo además de las
infraestructuras, cerca de 900 mil habitantes durante la II Guerra Mundial.
Pero ésta heroica ciudad siempre supo levantarse de sus cenizas como el mítico ave
Fénix, reconstruirse y seguir adelante gracias al indestructible espíritu de
sus habitantes: hoy viven cerca de 3 millones de varsovianos en su área
metropolitana. Sorprende mucho que en una ciudad tantas veces destruida hoy día
podamos encontrar un importante legado histórico, en ocasiones original y en
otras, reconstruido con mimo para que refleje fielmente su esplendor inicial.
Monumento del Rey Segismundo III Vasa (estableció Varsovia como capital de Polonia) |
Plaza del Castillo |
vista a la Plaza del Castillo |
parte del Camino Real |
Varsovia es una ciudad con gran cantidad de parques, calles arboladas,
estanque, lagos y un gran rio, el Vistula, que divide la ciudad por la mitad.
Como no podría ser de otra manera, la ciudad es también centro económico, financiero
y cultural, no solamente de Polonia, sino de Europa Central; los varsovianos
están enamorados del teatro, la ópera, la música y el cine. Casi siempre las
salas están llenas.
al fondo el río Vistula (Varsovia es na ciudad muy verde)
las murallas del casco antiguo rodeaban la ciudad de varsovia |
Para
tener una vista preciosa de la ciudad hay que subir al mirador del Palacio de
las Ciencias y la Cultura situado en el punto kilométrico 0, un enorme edificio
“regalo” del “amigo” Stalin a los polacos. Siempre odiado como símbolo de la
dominación rusa estaba a punto de ser derrumbado con la llegada de la
democracia al principio de los años 90, pero sabiamente lo dejaron como un
recuerdo de aquellos tiempos, eso si, le han colocado un enorme reloj y ahora
hasta parece “simpático”.
Palacio Presidencial |
Punto y aparte son los habitantes de Varsovia.
Enamorados a mas no poder de su ciudad, un poco presumidos como casi todos los
capitalinos en todas las partes del mundo, pero muy amables y mas con los
visitantes extranjeros. Una ciudad con mucha gente joven que son mayoría y que siempre
está alegre. Una advertencia – con esta simpatía, alegría y hospitalidad que
les caracteriza y que enseguida se traduce en tomar unas copas, no le
recomiendo a nadie desafiarlos a beber vodka o cualquier otro tipo de alcohol;
no hay manera de aguantarles el ritmo ni cabeza que lo resista. Puede ser que
ayude algo en el aprendizaje del idioma que tienen “algo” complicado y para lo
que hace falta mucha destreza (o mucho vodka) para poder pronunciarlo con unas palabras
que a lo mejor llevan solo 2 vocales en una palabra de 10 letras, además con
una combinación de consonantes que nada mas viéndola sabemos que la lengua
necesitará alguna visita al fisioterapeuta. Ya ni os cuento de algunas frases.
De todas maneras mi buen amigo Jorge dice que es un idioma muy dulce y melódico,
más que el italiano (y eso que el muchacho no bebe casi nada: vino de misa y
unas cervezas).
Una curiosidad que encontrareis en Varsovia (y en Polonia en general) es un gran número de placas conmemorativas en los lugares donde han caído los polacos. Casi siempre habrá una vela encendida y un ramo de flores, incluso en los lugares dedicados a hechos ocurridos hace más de 200 años. Siendo un país sumamente católico es lógico que haya muchísimas iglesias en Varsovia. Es curioso acercarse a alguna un domingo y ver la multitud de personas que participan en la celebración de la misa, algunos incluso aguantando fuera por estar lleno el interior. Por supuesto en todas ellas está presente la figura del papa Juan Pablo II del cual los polacos están muy orgullosos y que hasta hoy día le llaman “Nuestro Papa”.
calle Nowy Swiat (Nuevo Mundo)
Si tenéis tiempo es recomendable ver el Museo nacional, el Museo Militar
situado justo al lado, el Monumento al Soldado Desconocido con la llama
perpetua, los anteriormente mencionados palacios, el parque de Lazienki donde
en verano, los fines de semana, se celebran fantásticos conciertos de piano al
aire libre dedicados a la música de Frederic Chopin (si, si, éste también era
polaco), dar un paseo en el barco por el rio Vistula y por supuesto disfrutar
de una muy buena y bastante barata comida en numerosos restaurantes, bares y
terrazas. Hay mucho que ver y muchísimo que aprender de la tremenda historia de
la capital de Polonia y su gente.
Monumento al Soldado Desconocido con fuego y guardia permanete |
monumeto a Chopin en el Parque de Lazienki |
Reasumiendo: Una ciudad que hay que ver y conocer. Quizás
no es la más espectacular del país, pero seguro que os va a cautivar por su
energía, alegría, juventud y sobre todo por su gente. Y al conocer su historia
nadie quedará indiferente y entonces todo lo que hemos visto y escuchado nos
hará comprender el porqué del enorme amor que sienten los varsovianos por su
capital y apreciar el mérito de los polacos al levantarla de las ruinas tantas
y tantas veces.
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Hecho de menos la plaza de la sirena símbolo de la ciudad. Alek ;)
ResponderEliminary yo hecho de menos a toda Varsovia mía...
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