viernes, 9 de noviembre de 2012

Buenos Aires - "Paris de America"...casi


                                         Asumo de antemano que el post de hoy probablemente levantará bastante controversia. No obstante, me prometí a mí mismo que intentaría ser escrupulosamente objetivo en mi blog, contando las cosas tal como yo las viví y recuerdo. Por supuesto, la opinión expresada es la mía personal y no tiene por qué ser compartida por otros. ¡Ya me gustaría a mí tener, como el Papa de Roma, el Don de la infalibilidad! Esta vez os hablare de Buenos Aires, capital de Argentina y la segunda mayor ciudad de Sudamérica, después de Sao Paulo, con más de 13 millones de habitantes. Conocida también como “el París de América”, presume de ser la más visitada del continente, de tener la concentración de teatros más alta del mundo, de contar con el primer Subte (metro) de Latinoamérica, de ofrecer a los aficionados a la música una de la 5 óperas más importantes del mundo. Ubicada en una llanura a orillas del grandioso Rio de la Plata, la ciudad ofrece bastantes facilidades para moverse ya que la mayoría de las calles y avenidas son paralelas y perpendiculares, formando lo que los locales llaman “el damero”. 


"el damero" bonaerense
                                          No me voy a extender sobre la extensa historia de la ciudad, que fácilmente se puede encontrar en cualquier medio, además de que por razones históricas es bastante conocida en España. ¿Quién no tiene o ha tenido algún familiar por aquellas tierras? ¿Y cómo definir la ciudad? Es bastante complicado. La arquitectura es una mezcla, encontramos desde art decó, art nouveau, neogótico moderno, francés borbónico, hasta modernos rascacielos, además de un estilo muy peculiar en el colorido barrio de La boca. Todo esto está bastante mezclado, lo que de alguna manera rompe un poco la armonía de la ciudad. La famosa Avenida 9 de julio, la Plaza de la Republica y el Obelisco, el moderno Puerto Madero, los barrios de Palermo, Belgrano y Recoleta son de los más bonitos y elegantes de la ciudad, que como todas las grandes urbes del mundo, también posee zonas muy pobres. 

Obelisco de Buenos Aires en la Plaza de la Republica

lujoso Puerto Madero

barrio de la Boca

colorido del barrio de la Boca

                                        Las “villas miseria” porteñas son un ejemplo de ello. Entiendo que puedo estar en minoría, pero Buenos Aires no me llamó especialmente la atención. Lo primero que salta a la vista es la falta de mantenimiento de los espacios públicos, el abandono de las instalaciones. Hasta la limpieza de algunas calles no es lo que uno esperaría de la ciudad de la que tanto presumen los porteños. Aunque éstos son punto y aparte. No se cómo son las relaciones entre ellos, pero un turista es para ellos una “presa”. Se tratan de aprovechar al máximo, si se le puede engañar, mejor, si se le hace sentir inferior, estupendo, sin olvidar que ellos todo lo saben, tienen soluciones para todo y no hay nadie de más nivel y más importante que ellos. Para ilustrar estos comportamientos os dejo unos ejemplos. Con mi amigo Jorge salimos al centro de la ciudad, muy cerca de la Casa Rosada, a tomar una cerveza en un bar normalito, del barrio. Pedimos las cervezas y nos cobran casi 5 € cada una. Nos pareció algo caro, pero como ya la habíamos pedimos pues a aguantar, aunque eso sí, con el firme propósito de preguntar antes la próxima vez. Al rato entra un vecino de la zona, saluda a algunos clientes que estaban ahí, pide una cerveza y le cobran…1€. Preguntamos al camarero por qué nosotros pagamos 5 y el 1 y este, sin ningún pudor, nos contesta con una sonrisa pícara: vos podéis… 

Casa Rosada - sede de la oficina de la Presidencia de la Republica Argentina

ingeniosa publiciad en la calle: frente a los cochos parados en semáforo en rojo

                                      Otro ejemplo – los precios en los escaparates y en las tiendas son casi inexistentes. Primero te miran de arriba abajo y luego, según les parece, te dicen el que les parece más conveniente. En los bancos, para cambiar dinero, hay colas interminables, además cuando ya te toca (es fácil esperar hasta 2 y más horas) te ponen todo tipo de trabas: billete ligeramente gastado, descolorido o arrugado, como me pasó a mí, es rechazado (después de más de 1 hora de espera). Tras superar la traba de los billetes, esta vez totalmente nuevecitos, nos encontramos con otro inconveniente: no me pueden cambiar el dinero porque mi pasaporte tenía una numeración que contenía al comienzo una letra y su sistema solamente admite pasaportes… sin letra. La burocracia bonaerense (que es con la que tuve contacto) es tremenda, ineficaz, lenta, poco amable y bastante corrupta desde los niveles más bajos. El periplo que tuvimos que pasar al anularnos Aerolíneas Argentinas el vuelo de regreso, si no fueran verdaderas, serian de película de Cantinflas. Documentos rellenos con lápiz (para poder borrar algo después), el sello del documento fabricado con una tinta que necesitas salir al sol y tenerlo un rato expuesto para que seque (la administrativa: “si no les importa, salen un ratito a la calle Florida y se ponen al sol…) porque si es borrosa, otro funcionario no la aceptará. 

calle Florida - aquí se secaba la tinta de los sellos

                                   Los taxistas te dan una vuelta olímpica en un trayecto que tendría que tardar la decima parte, las cartas en los restaurantes que tiene unos precios que a la hora de pagar te dicen que no valen etc. etc. etc. Todo lo contrario que la gente de otras regiones de argentina que he visitado y que no tienen nada que ver con lo que los bonaerenses llaman picaresca y yo lo llamo abuso, aprovechamiento y en ocasiones (y bastantes), un timo (este sí olímpico). Esta fue mi impresión personal y lo malo es que esta es la que queda, y no soy el único. Si no se empieza a tratar a los turistas como un bien al que hay que mimar y cuidar, esta fuente de ingresos disminuirá y bastante. Tampoco hace falta mirar muy lejos, basta pasarse por Tierra del Fuego o la provincia de Misiones, donde tuve la oportunidad de pasar algunos días - no hay comparación. Menos mal que para compensar tienen el que probablemente sea el mejor asado del mundo. Para terminar, un consejo para el mejor negocio del mundo: comprar un porteño por lo que vale y venderlo por lo que cree que vale… . Os dejo con las imágenes de la ciudad.

buque escuela "Presidente Sarmiento" - hoy museo

detalle del buque

entrada al barrio de la Boca

barrio de la Boca donde "manda" Maradona

Puerto Madero

Puerto Madero - antiguos almacenes convertidos en lugares de ocio

asado - extraordinario

Resumiendo -  para mi algo decepcionante, principalmente por la “picaresca” de los locales. De precio mejor no hablar porque cada uno cobra lo que quiere. En cuanto a seguridad yo personalmente no tuve ningún problema, pero si algunas de las personas que nos acompañaban: tirones en plenas zonas turísticas, robos en las habitaciones). Recomendado llevar todas las reservas desde aquí, sin mencionar la documentación necesaria ya que topar con la administración es un horror. Muy recomendable acudir a un buen espectáculo de tango, el que ofrecen en Tango Palace es inolvidable, y por supuesto disfrutar al máximo del famoso asado.

P.D.
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